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INMIGRACIÓN CLANDESTINA

Nickels une a verdes y cristianos

Pilar Bonet

La política social, y concretamente la preocupación por los solicitantes de asilo y los emigrantes, es uno de los aspectos centrales de la colaboración entre Los Verdes y los cristianos alemanes, incluidos párrocos y obispos, que prestan sus iglesias a turcos y kurdos amenazados con la expulsión. La relación entre verdes y cristianos es un motivo de inquietud para la CDU (Unión Demócrata Cristiana), que en septiembre sufrió el voto de castigo de sectores cristianos comprometidos.Una de las personas claves en la relación de verdes y cristianos es Christa Nickels, secretaria de Estado del Ministerio de Sanidad, responsable de problemas de drogas. Enfermera de formación, católica practicante, de 45 años, Nickels afirma en una conversación con EL PAÍS que se quedó en la Iglesia para cambiarla desde dentro. Y afirma que, "tanto entre Los Verdes como en el interior de la Iglesia, se ha hecho evidente que en el campo de la política de refugiados y de la integración no existe otra base social relevante que las iniciativas de los grupos de derechos humanos, de derechos cívicos y de la Iglesia, y que, aparte de Los Verdes, no existe ningún otro partido político que se tome en serio esa política".

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Nickels no se soprende de la envidia que algunos miembros de los Jóvenes Salvajes (las juventudes de la CDU) muestran hacia Los Verdes. Para ella, resulta una "paradoja que el partido con la gran C en su nombre cosechara un fracaso tan enorme y que Los Verdes, que durante años han sido combatidos por la Iglesia, promovieran lo que de hecho es un proyecto de relaciones públicas para el pensamiento cristiano".

La actitud de los párrocos alemanes que han puesto sus iglesias, e incluso sus domicilios, al servicio de refugiados perseguidos por las autoridades ha salvado a decenas de la expulsión. En agosto, el semanario Der Spiegel calculaba que más de 200 solicitantes de asilo eran protegidos en dependencias eclesiásticas. En un 70% de los casos, los acogidos podían quedarse después en Alemania.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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