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El primer corazón artificial temporal salva la vida a una joven británica afectada por un virus cardiaco

Isabel Ferrer

Víctima de un virus cardiaco que la llevó a las puertas de la muerte, Julie Mills, una estudiante británica de 21 años, ha hecho historia médica. Durante seis días, su sangre fue bombeada por un corazón artificial bautizado con el nombre de AB-180, y que había sido probado antes sin éxito en Estados Unidos. Del tamaño de una mandarina, el aparato ha permitido que la joven, sin pulso ni latidos, se recuperara de la enfermedad. "Ahora sólo espero volver a practicar deportes, mi afición favorita", ha dicho tras salir de la intervención.

Mientras los médicos del hospital John Radcliffe, de Oxford, trataban de curarla, la bomba artificial se encargaba de mantener la circulación sanguínea en orden. Steve Westaby, el especialista que la ha cuidado, ha reconocido que no las tenía todas consigo. "Es la primera vez que sale bien y creemos que AB-180 podrá ser aprovechado en el futuro para afrontar problemas cardiacos similares", ha señalado.

Tres semanas

Si bien ha calificado el sistema de "corazón de emergencia" que no puede utilizarse en estos momentos más de tres semanas, "las investigaciones en este campo acabarán por lograr un modelo que nos sirva durante varios años".El centro médico británico efectúa 300 trasplantes al año, pero miles de pacientes sufren del corazón, y bombear la sangre de forma artificial mejoraría su estado durante la espera. En algunos casos, como le ha sucedido a Julie Mills, puede incluso salvarles la vida permitiendo que el órgano afectado recupere todas sus funciones sin tener que trabajar.

Westaby, que ha colaborado con Richard Clarke, del centro cardíaco estadounidense de Pittsburg, está también involucrado en el perfeccionamiento de otro corazón artificial.

Conocido esta vez como Jarvick 2.000, puede bombear ahora 10 litros de sangre por minuto durante largo tiempo. A la estudiante británica, que cayó enferma en agosto pasado, le quedaban unas pocas horas de vida cuando el modelo AB-180 fue puesto en marcha. Su sonrisa de ayer fue "muy alentadora" para los médicos, sabedores de que los tres intentos anteriores se saldaron con la muerte de los pacientes. La bomba artificial fue el último recurso, pero a partir de ahora puede convertirse en una ayuda mucho más corriente.

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