El CES, incapaz de consensuar un dictamen sobre el nuevo IRPF

VIENE DE LA PÁGINA 1 El CES decidió en julio por iniciativa propia elaborar un informe sobre el proyecto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta decisión suponía el primer intento del CES de asumir sus funciones como foro consultivo del Gobierno vasco y Parlamento de Vitoria. Este órgano se constituyó en octubre de 1995, pero hasta finales del año pasado no ha contado con un reglamento de funcionamiento. El consejo, que encabeza el ex presidente de MCC Javier Mongelos, difundió una nota el pasado mes de julio anunciando que a partir de ese momento se iba a centrar "en el desarrollo de las funciones que le son propias". Hasta entonces, el CES había pronunciado dictámenes sólo sobre decretos. La presentación del Libro Blanco del IRPF en junio dio la oportunidad al consejo vasco de opinar sobre un tema candente y hacerlo desde la representatividad social de sus miembros. El CES vasco está integrado por 32 miembros, que se reparten equitativamente los sindicatos, la patronal, y las organizaciones financieras económicas y sociales. Además, el órgano cuenta con un grupo de ocho expertos con voz pero sin voto. El cambio de voto de ELA y LAB al dictamen, que anteriormente habían aprobado, trastocó la votación en el CES. Confebask se quedó sola votando sí; los sindicatos nacionalistas se abstuvieron y UGT y CC OO volvieron a mostrar su rechazo al informe. Mikel Noval, representante de ELA en el CES, explicó ayer el cambio de postura de su sindicato por los "cambios" que se han introducido en el proyecto definitivo de reforma del IRPF, que se presentó el martes pasado en las tres diputaciones vascas. Cruce de acusaciones Noval se defendió también de las críticas de CC OO, que acusó a ELA y LAB de haberse puesto de acuerdo con Confebask para valorar la reforma del impuesto de la renta. "Nosotros hemos tenido una posición bastante lógica y coherente en el tema del IRPF, igual dicen eso porque no les va bien en las elecciones sindicales", se defendió Noval en declaraciones a Europa Press. La reunión del pleno del CES que se prolongó durante cuatro horas, volvió a poner sobre la mesa su curioso reglamento. El vasco es el único consejo económico y social autonómico que no funciona por mayoría simple. Según fija su reglamento, para aprobar algo, debe haber mayoría en cada uno de los grupos que compone el CES. Esta norma ofrece derecho de veto a Confebask y a ELA, que disfrutan de la mayoría en el grupo empresarial y sindical, respectivamente, del consejo. Ayer, durante la reunión del órgano de dirección del consejo, ELA y LAB plantearon la posibilidad de apoyar el informe del IRPF, pero introduciendo un voto particular "para recoger aspectos que no se recogían en el informe", explicó Noval. El resto de los miembros del CES rechazaron la propuesta y finalmente ELA y LAB decidieron abstenerse. El consejo, que debatió más de 40 enmiendas sobre el informe, dio por finalizada la reunión y con ella, cerró la posibilidad de elevar al Gobierno y Parlamento vasco sus recomendaciones sobre el nuevo impuesto.