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Arzalluz todavía considera vigente su pacto con el Partido Popular

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aprovechó ayer su presencia en la cumbre nacionalista de Santiago de Compostela para matizar su distanciamiento del Gobierno de José María Aznar, plasmado en la retirada del apoyo de su partido al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. Arzalluz aseguró que, por lo que a su fuerza política corresponde, los pactos con el PP siguen "vigentes", aunque es el Ejecutivo central el que debe cumplir el compromiso de desarrollar el Estatuto de Gernika si quiere contar de nuevo con el apoyo de los nacionalistas vascos. "Pero las cosas están como estaban", declaró en una entrevista en la radio autonómica gallega.Arzalluz expresó su malestar por la información publicada ayer por este diario en el sentido de que Aznar le había convocado el pasado jueves para restablecer relaciones y salvaguardar el proceso de paz abierto tras la tregua de ETA. El presidente del PNV atribuyó esa información a una "intoxicación". "Son cosas de EL PAÍS", declaró. No desmintió, sin embargo, haber mantenido una conversación telefónica con Aznar, pero aseguró que éste le llamó simplemente para felicitarle por el triunfo de su partido en las elecciones vascas.

El líder del PNV se esforzó por negar la imagen de una ruptura total entre los nacionalistas vascos y el Gobierno del PP. Fuentes de CiU, coalición que se había ofrecido como mediadora en el conflicto entre ambas formaciones políticas, también relativizaron el distanciamiento. Sin embargo, según Arzalluz, es ahora el Gobierno el que debe tomar la iniciativa para recomponer las relaciones con el PNV.

Arzalluz acusó al PP de haber provocado la actual situación por su incumplimiento del compromiso adquirido al principio de la legislatura de desarrollar el Estatuto de Gernika. "Después de haber apoyado la investidura y de votar a favor de dos Presupuestos, llega el tercero y vemos que no se ha avanzado nada", se quejó. "¿Si seguimos siendo socios? Sí, en la medida en que ésta es una sociedad condicionada", concluyó.

Las relaciones con EH

La cautela mostrada por Arzalluz con el PP contrasta con la dureza empleada el jueves, a su llegada a Santiago, para replicar al PSOE. Entonces recordó que en las elecciones "más brutales" que recuerda se ha intentado "romper el espinazo del nacionalismo vasco". "El resultado ha sido", agregó, "mayoría absoluta del nacionalismo; si Felipe González pedía elegir entre Ermua y Lizarra, le respondo: Lizarra, 750.000 votos; Ermua, 480.000. ¿Dónde están las mayorías?".Más moderado, Arzalluz se comprometió ayer a cortar cualquier relación con Euskal Herritarrok "en el mismo momento" en que ETA cometa un nuevo atentado, aunque matizó que no cree que esa hipótesis se produzca a no ser que "la clase política cometa una torpeza".

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