La OMS propone subir las tasas del alcohol y excluirlo del IPC

Los países de la UE elaboran desde mañana en Madrid el segundo Plan Europeo sobre el Alcohol, utilizando como punto de partida unas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que proponen recortar el consumo mediante un aumento de los impuestos indirectos, entre otras medidas. Los fabricantes de bebidas se han puesto en pie de guerra: recuerdan que el consumo ya ha bajado mucho entre los adultos y exigen que las campañas se centren en los bebedores adolescentes.

Para que las subidas de las tasas aplicadas al alcohol no repercutan en la inflación, la OMS propone que las bebidas alcohólicas se excluyan de las tablas con que se compone el índice de precios al consumo (IPC). Este índice, que actualmente es el principal indicador de la inflación, se calcula cada mes ponderando los gastos de una familia media en alimentación, vivienda, gasolina y otros bienes de consumo.La OMS propone que los impuestos indirectos se incrementen lo necesario para que el precio de las bebidas suba más que la inflación de aquí al 2004. El organismo internacional estima que un aumento del 10% en el precio de las bebidas conducirá a una reducción del 10% en el consumo de licores, de un 7,5% en el de vino y de un 5% en el de cervezas.

Durante los últimos 20 años, el consumo de alcohol se ha reducido en España desde 14 hasta 9,3 litros de alcohol puro por habitante y año. El objetivo de la OMS es seguir recortándolo de aquí al año 2015 hasta llegar a 6 litros por habitante y año. Para los menores de 15 años, la meta es acercarse lo más posible a cero.

Conductores

También propone la OMS reducir el límite legal de alcohol en sangre para los conductores, sobre todo en los más jóvenes, y restringir más la publicidad de las bebidas.El sector, representado mayoritariamente en la Asociación de Distribuidores e Industrias de Grandes Marcas de Bebida (Adigram), se opone de plano a esas medidas. Según ellos, lo que hay que combatir es el consumo abusivo, particularmente entre los adolescentes y los adultos dependientes, y las medidas de tipo general como las propuestas han demostrado ya ser inútiles para ese objetivo.

Pese a la reducción general del consumo de alcohol en España, las pautas más perniciosas, como el abuso de fin de semana entre jóvenes de 14 a 18 años, han tendido a empeorar, y la edad a la que se empieza a beber resulta cada año más temprana.