Joe Dante mezcla imágenes reales y virtuales en "Pequeños guerreros"
Una película que mezcla imagen real con otras generadas por ordenador, y que además se estrena hoy mismo en cines de toda España, fue ayer la encargada de inaugurar la 31ª edición del Festival de Sitges, desde el pasado año llamado Festival Internacional de Cine de Cataluña. Pequeños guerreros, dirigida por Joe Dante, abre una tanda de 10 días de proyecciones, en los cuales el tradicional apartado dedicado al cine fantástico y de terror se verá complementado, como viene ocurriendo en los últimos años, con otros géneros.
Además, el festival ha programado una suculenta Semana de la Crítica y varios ciclos dedicados a realizadores de variado origen, entre los cuales destaca, por su extensión e interés, el que tiene por protagonista al gran director francés Alain Resnais, de quien hoy se proyectarán los filmes Hiroshima mon amour (1959) y L"année dernière a Marienbad (1961), y en los próximos días podrá verse una amplia muestra de su filmografía, representada por 14 producciones. Riccardo Freda es otro de los cineastas homenajeados. Pequeños guerreros cuenta con considerable convicción una historia tan improbable como las que propone la mayor parte del cine fantástico norteamericano contemporáneo: lo que ocurre en un perdido pueblo del Middle West cuando en él "desembarca" una nueva generación de muñecos bélicos a los que alguien, tan descerebrado como es de suponer, ha insertado un microchip destinado originalmente a la industria bélica y que permite a los pequeños soldados de un comando especial aprender y perfeccionar no sólo el lenguaje para comunicarse entre humanos, sino también la capacidad para manipular instrumentos domésticos de todo tipo y convertirlos en mortíferas armas de combate. Y lo que comienza como una cacería de otros juguetes programados para ocultarse de ellos, los gorgonitas, se convierte en una cacería global contra los humanos.
'Popcorn movie'
El director del filme, Joe Dante, después de varios años sin rodar, concretamente desde 1993 -"sólo me proponían películas de esas que en América llamamos popcorn movies, películas para adolescentes", reconoció en conferencia de prensa- regresa a un terreno que conoce bien, el que mezcla imagen real e imágenes generadas por ordenador; no en vano el realizador ha dirigido anteriormente los filmes Gremlins y El chip prodigioso.A pesar de tratarse de algo evidentemente próximo a las denostadas popcorn movies, lo cierto es que el filme va un poco más allá y en él abundan referencias genéricas de variado calibre, que van desde Frankenstein o La novia de Frankenstein hasta gozosas evocaciones sonoras de Apocalipsis now.
"Consciente o inconscientemente, lo cierto es que en mi cine siempre suelo citar películas del pasado. A veces, como ocurre aquí con La novia de Frankenstein, la referencia tiene mucho que ver con lo que cuenta la película, muñecas asesinas creadas artificialmente y cosas así. Pero es que, en el fondo, toda película es un trozo de la historia del cine", confiesa Joe Dante, cuyo desparpajo a la hora de construir con materiales de derribo sus propias ficciones no parece tener límite.
Proyecto de Spielberg
De hecho, el director se subió al carro del proyecto de Dream Works, la productora de Steven Spielberg, cuando éste había pasado ya por las manos de varios guionistas y contaba con el inestimable concurso de la Industrial Light and Magic, la empresa de efectos especiales creada por George Lucas, responsable de los mejores momentos de la película.Y aunque el filme no pasará ciertamente a los anales de la historia del cine, tal vez ni siquiera a los del género fantástico, lo cierto es que se deja ver sin mayores problemas, una vez superada la prueba de fuego que supone la aceptación de esa extraña simbiosis entre dibujos animados a lo Toy story e historia de adolescentes enamoradizos que se enfrentan juntos al peligro.
Babelia
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