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Tribuna:
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LA PÍLDORA ABORTIVA Ha ganado el hombre

Al terminar en el Congreso de los Diputados el debate y votación sobre el cuarto supuesto de despenalización de la IVE, un obispo de Andalucía, da igual cual fuera, dijo rotundamente lo siguiente: "Ha ganado el hombre". Por primera vez en estos tiempos que corren, me dije a mí misma, el obispo lleva razón. El hombre o, al menos, una parte de los hombres, ganó, el otro día, la votación en contra de la ampliación de la despenalización del aborto, y perdió la mujer, la mayoría de las mujeres. Con esta anécdota tan sólo quiero resaltar, una vez más, el predominio, cuando no el dominio absoluto, del varón en España y en el mundo. La sociedad todavía está hecha por los hombres y para los hombres y a las mujeres nos cuesta mucho, muchísimo, trabajo cambiarla para que nuestros derechos sean tenidos en cuenta. La derecha ha dicho, no es la primera vez, que le asusta el debate de ideas; a la izquierda no. Somos partidarios de la tolerancia, del respeto y del diálogo, aunque, a veces, sea difícil conseguirlo. Lean un ejemplo: mientras la píldora abortiva RU-486 sigue sin comercializarse en España y es discutida en otros lugares del mundo después de casi 20 años de su descubrimiento, el Viagra, porque es masculino dicho medicamento, ha sido comercializado, difundido, vendido y jaleado en todo el mundo con una rapidez inusitada, provocando su distribución el mayor júbilo social. No ha habido el menor problema de conciencia con el mismo, nadie se ha rasgado las vestiduras y me parece bien que así sea, pero lo que no es ya tan correcto es que sea precisamente con la píldora abortiva, que es una mejora indudable para uso de aquellas mujeres que la necesiten, una alternativa al aborto quirúrgico, con lo que estemos como estamos, sin avanzar un milímetro. Viagra sí y RU no. Ésa es la realidad del momento en el que vivimos. ¿Por qué son siempre los hombres los que deciden sobre lo que nos concierne a las mujeres? Todos sabemos, porque así ha sido dicho por relevantes autoridades médicas, que la píldora abortiva RU-486 puede considerarse como un abortivo seguro y eficaz cuando su uso es vigilado por profesionales, situándose su grado de eficacia entre el 94% y el 96% al emplearse en las siete primeras semanas. Se trata de un fármaco que está ya siendo comercializado en numerosos países del mundo, con gobiernos de signo político diferentes y utilizado por personas de distintos credos y religiones. La píldora RU-286 fue sintetizada a principios de los años ochenta por los laboratorios Roussell-Uclaf, que planteaban distintos requisitos para solicitar su registro de las autoridades sanitarias: aborto legal, existencia de centros especializados para su realización, distribución asegurada bajo la responsabilidad del Ministerio de Sanidad, prostaglandinas hemisintéticas autorizadas para su comercialización, aceptación de la realización del aborto por parte del colectivo de profesionales médicos y que no exista polémica social con respecto a este asunto. Esta última ha sido prácticamente la única dificultad que siempre ha existido para la comercialización de la píldora RU-486 en España a lo largo de estos años. De ahí la importancia del consenso en esta materia tan sensible y delicada. Los nuevos fabricantes de la píldora abortiva, los laboratorios franceses Exelgyn, han anunciado la intención de solicitar el registro de este fármaco en la Agencia Europea del Medicamento antes de que finalice el año, con la intención de solicitar la autorización para su comercialización en España para la primavera del año próximo, de ahí que haya dicho el Gobierno que puede estar comercializada en España para final del verano. ¿Va a ocurrir así? Me gustaría creerlo, pero tengo serias dudas al respecto. Temo que se reproduzcan las presiones en contra de concretos y conocidos sectores de la sociedad española, para evitar lo cual es más necesario que nunca que, una vez más, se separe la moral del derecho y la ciencia de la conciencia. En todos los países donde este fármaco está comercializado han sido necesarias iniciativas por parte de las autoridades sanitarias destinadas a proteger esta comercialización. ¿Va a ser un activo defensor de la píldora RU-486 el ministro de Sanidad del Gobierno de España? Reitero: no se trata ahora de cambiar la legislación vigente, sino tan sólo el método; con la comercialización de este fármaco se facilitaría la aplicación de la actual ley, que algún día tendrá que ser reformada, pero, mientras tanto, se abaratará sensiblemente el costo del aborto y no se nos puede olvidar el aumento relativo y constante de abortos en nuestros país, sobre todo entre adolescentes y entre mujeres sin recursos económicos y que interrumpen su embarazo con menos de ocho semanas, que es cuando más eficaz es la píldora abortiva.AMPARO RUBIALES

Amparo Rubiales es diputada del PSOE por Sevilla.

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