El Museo de Bellas Artes de Bilbao invierte 1.250 millones en su reforma

El Museo de Bellas Artes de Bilbao cerrará el lunes buena parte de sus salas para comenzar las obras de remodelación del edificio, que permitirán ampliar y modernizar las instalaciones, y mejorar su conexión interna. Las instituciones vascas invertirán en el proyecto 1.250 millones de pesetas con la pretensión de convertirlo, junto al Museo Guggenheim Bilbao, "en un foro artístico de primer orden en el contexto internacional".

El Museo de Bellas Artes vive una etapa de éxito, que se ha traducido en un notable aumento en el público que visita sus salas. En los meses trascurridos de 1998, ha recibido 200.000 visitantes, un número que duplica la media de los últimos cinco años, a pesar que desde mayo de 1997 la entrada dejó de ser gratuita. El creciente interés suscitado por el museo se explica sólo en parte por la atracción inducida por el Museo Guggenheim, situado a menos de 300 metros de distancia. En paralelo, el museo ha desarrollado un importante programa de exposiciones temporales,y ha mejorado las condiciones de exhibición de las obras.El museo, gestionado por una sociedad anónima en la que participan a parte iguales el Gobierno vasco, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao, está decidido a aprovechar el tirón del Guggenheim sobre las actividades culturales de Bilbao para relanzar el centro. El plan aprobado prevé la inversión de 1.250 millones en la reforma de las instalaciones. Las obras se desarrollarán a partir del lunes en dos fases, que finalizarán a finales de 1999. Aunque más de la mitad del espacio de exposiones quedará afectado por los trabajos, el museo permanecerá abierto al público con una selección de sus obras maestras.

La remodelación permitirá ampliar hasta 7.500 metros cuadrados la superficie de exhibición, lo que supondrá ganar 1.500 metros cuadrados. Además el museo contará con nuevos servicios de biblioteca, guardarropa, cafetería y restaurante, salón de actos y nuevas dependencias de administración.

La reforma cambiará la imagen externa del museo, formado por dos edificios situados en el borde del parque de Doña Casilda en el corazón de Abandoibarra, un distrito sometido a una profunda remodelación urbanística. El proyecto prevé alterar la entrada del museo y rodear una de sus fachadas de una galería acristalada, de forma que el museo, hasta ahora de espaldas al parque que lo rodea, quede integrado en un área que está siendo diseñada por el arquitecto César Pelli.

El equipo de arquitectos responsable de la remodelación del museo, encabezado por Luis María Uriarte, recibió el encargo de construir un nuevo enlace entre la parte antigua del museo -un edificio de estilo neoclásico inaugurado en 1945- y el ala destinada a la colección contemporánea, agregada en la década de los años 70. La reforma convierte al nuevo recibidor en una bisagra que une los dos edificios y facilita el acceso y el recorrido interno por las colecciones.

El plan de revitalización afecta también a la gestión. Las previsiones establecen que la autofinanciación, situada ahora en el 30% del presupuesto, se elevará al 45% a partir del 2000. Para lograrlo pondrán en marcha nuevos servicios comerciales e intentarán captar patrocinadores a los que se facilitará la participación en los órganos rectores. La figura jurídica que se creará para ello está aún por decidir, pero la inspiración vendrá del colectivo de amigos del Museo Guggenheim y sus empresas patrocinadoras.