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La Universidad pública ingresó 700 millones de pesetas en 1997 por trabajos hechos para empresas

"El 90% de las investigaciones que se llevan a cabo en la comunidad autónoma vasca se realiza entre las cuatro paredes de esta Universidad". El lehendakari José Antonio Ardanza reconoció con estas palabras el jueves, al inaugurar el curso de la Universidad del País Vasco (UPV), que la capacidad investigadora de la institución es muy considerable. En los últimos años y ante la merma de algunas subvenciones públicas, la Universidad pública vasca ha comenzado a buscar encargos de empresas privadas. En 1997 ingresó por este concepto 700 millones de pesetas.

Los proyectos de investigación en los que ha participado la UPV en los últimos cuatro años ascendieron a un montante de 6.700 millones de pesetas. Los vicerrectores de Investigación y Relaciones con la Empresa, Javier Zúñiga e Iñaki Goirizelaia, respectivamente, presentaron ayer el balance de la actividad investigadora de la UPV.La comparecencia tenía también un segundo motivo: presentar una guía dirigida a las empresas, que resume los servicios que puede ofrecer a éstas. Es el Catálogo de servicios de innovación. Los responsables de la Universidad pública reconocen que en el mundo empresarial aún existe un gran desconocimiento sobre el potencial investigador de la institución. Pese a ello, ésta se define como "el primer centro de innovación del País Vasco". El peso de la investigación en la UPV ha crecido enormemente desde que hace dos décadas inició su andadura en este campo. De hecho, el verdadero despegue se ha dado en los últimos 10 años, aseguró el vicerrector de Investigación. Zúñiga explicó que, divididos en medio millar de grupos, 2.000 investigadores trabajaron el año pasado en 450 proyectos, encuadrados en unas 150 líneas de investigación diferentes. También es diverso el abanico de sectores del sector privado para quienes ha elaborado trabajos en los últimos años. Entre los 270 clientes para los que ha trabajado la UPV, figuran varios de renombre nacional e internacional. En el sector del automóvil, destacan Mercedes Benz y Renault; en electrónica y telecomunicaciones, Euskaltel, Telefónica, Ericsson-Indelec, Euskal Telebista e Ikusi; en el energético, Elf, Shell, Repsol e Iberdrola; en ingeniería, Idom y Datalde; en el mecánico, cadenas Vicinay; y en máquina-herramienta, Ona Electroerosión. También han realizado encargos para Osakidetza, el Ente Vasco de la Energía, Angulas Aguinaga o Beyena. El vicerrectorado de Relaciones con la Empresa se creó hace seis meses. Su misión es coordinar las relaciones con el sector privado, que antes cada departamento o cada profesor llevaba por su cuenta. Una cifra muy mejorable Pese a que el volumen facturado por contratos con empresas el año pasado (700 millones de pesetas) es algo superior al logrado tres años antes (680 millones), el vicerrector de Relaciones con la Empresa considera que esta cifra es altamente mejorable. La mayor facturación por este concepto se logró en 1996, 814 millones, más o menos la cantidad prevista para este año, según Goirizelaia. "Encontrar financiación [para la investigación] es cada vez más difícil en el sector público; lo que ahora se busca es un mayor apego a la realidad", aseguró el responsable de investigación de la UPV. Con el paso de los años, la Universidad pública cada vez ha obtenido para investigación más fondos del sector privado y menos del público. Durante 1996 y 1997, la UPV invirtió un 2,6% de su presupuesto global en proyectos e infraestructura de investigación. Hablan los clientes "Por nuestros medios no hubiéramos llegado o hubiéramos tardado mucho", aseguró ayer Luis Cañada, quien participó en la conferencia de prensa en representación de la empresa Cadenas Vicinay. Se refería a los trabajos para los que han reclamado la colaboración de la universidad. Reconoció que su empresa ha hecho "importantes inversiones a raíz de las propuestas emanadas de investigaciones realizadas en la UPV". Para animar a otros colegas a que sigan su ejemplo, Cañadas resumió: "Estamos muy satisfechos". También estuvo presente el director de la ingeniería Idom en Bilbao, Luis Rodríguez, quien recordó la "larga historia de colaboración". Cuatro son las áreas en las que la Universidad pública vasca ofrece colaboración a los inversores privados: desarrollo de proyectos de investigación básica y aplicada, asesoramiento en general, informes técnicos, análisis o valoraciones, y formación a empleados en el sector privado en aspectos científicos y tecnológicos puntuales.

Cómo evitar vibraciones en el Guggenheim

El director de Idom en Bilbao, Luis Rodríguez, puso un gráfico ejemplo de uno de los encargos que esta ingeniería ha hecho a la UPV. Investigadores de la Universidad realizaron un estudio sobre cómo evitar que las vibraciones externas afectaran al edificio del Museo Guggenheim de Bilbao. Idom jugó un papel de primer orden en la tarea de convertir en realidad el proyecto arquitectónico de Frank Gehry para el más espectacular edificio a orillas de la ría del Nervión. Se trataba de buscar soluciones pora que las vibraciones provocadas por el tráfico en la línea férrea que recorre la parte trasera del edificio y del tráfico rodado que pasa por el puente de La Salve, situado justo encima del él, no perjudicaran a la construcción, recordó ayer Rodríguez. Aunque muchas de las tareas a las que se dedican los investigadores de la UPV son muy técnicas y difícilmente tangibles, existen otros casos de aplicaciones palpables en la vida cotidiana. El vicerrector de relaciones con la Empresa, Iñaki Goirizelaia, reveló que la Universidad pública vasca trabaja en estos momentos en un proyecto para Telefónica que consiste en los teléfonos reconozcan los mensajes en euskera, tal y como hacen ahora en castellano y en otras muchas lenguas. Un ejemplo más son las investigaciones desarrolladas para poner a punto las pruebas de paternidad mediante el análisis de ADN. El representante de la empresa Cadenas Vicinay también mencionó varios de los resultados obtenidos por su empresa gracias a la colaboración con la UPV. Explicó que uno de los encargos fue un proyecto que consistía en calcular el periodo de vida de las cadenas instaladas en las plataformas petrolíferas que existen en el Mar del Norte. Cruzar los diez millones de datos que pueden hacer falta para conseguir una soldadura óptima en los eslabones de una cadena es otra de las tareas que catedráticos, doctores y el resto de investigadores de la Universidad han hecho para esta empresa. También se han realizado investigaciones para fabricantes de txakoli o de queso de Idiazabal. La oferta abarca otros análisis como el de aguas, seguridad nuclear, uso racional de la energía, radioactividad, tratamiento de residuos, seguridad laboral, etcétera.

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