_
_
_
_
Tribuna:DE PASADA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Catástrofes

Tereixa Constenla

La celeridad que ayer invirtió el segundo mandamás sevillano, Alejandro Rojas-Marcos, en ocupar el asiento principal del salón de plenos fue similar a la empleada, un día antes, por muchos astigitanos para llenar la despensa de combustible. No hay como una catástrofe para conocerse a uno mismo. Entrando la ministra Aguirre por el palacio fernandino, ya saltaba Alejandro sobre su añorado sillón -un solícito ujier había anunciado el desembarco en código de signos a la alcaldesa, Soledad Becerril- para presidir el pleno. Decir que Esperanza Aguirre es una catástrofe así, de primeras, suena un pelín fuerte, la verdad. Parece que por donde pisa no crece la hierba y lo único que ha hecho ha sido decapitar a Javier Clemente en el tiempo de pestañear para recolocarse el rímel. El caso es que llegó y su correligionaria, la alcaldesa, salió corriendo a recibirla como si le hubieran dado un tirón detrás de la catedral. Ahí fue cuando el segundo mandamás, ávido, se abalanzó sobre el sillón del poder. Y todo por 30 minutos de alcaldía interina: ni pensar lo que Alejandro correría por una legislatura entera. Unos mundiales de atletismo, por poner. El vertido de gasóleo en Écija, esa ciudad de siete torres, siete niños y -camino lleva- de siete catástrofes, también ha destapado el intríngulis de algunas condiciones. Se desparraman varios miles de litros de combustible río Genil abajo y el personal, lógico, transforma la necesidad en virtud, que es lo que hay que hacer cuando ocurre una catástrofe, o un tercio de catástrofe. Reacción virtuosa: recoger todo el gasóleo posible con cubos, bidones, tractores o lo que sea menester. Hasta de Marchena acudieron almas diligentes y previsoras con furgonetas, que indagaban con seriedad por la ubicación exacta del "río de gasóleo". Lo propio, vamos. No van a dedicarse a la quema de rastrojos a la vera del Genil. Tendrán que retirar los residuos y, si los residuos alimentan el motor aunque no desgraven en Hacienda -ya no era cuestión de exigir la factura- tampoco hay que hacerle ascos. Como al sillón del poder. Que llega una ministra, que no es propiamente una catástrofe, aunque se cargó a Clemente en un tris tras, y levanta a la alcaldesa. Pues eso, corres y te sientas, aunque sólo sean 30 minutos. Y lo vea la gente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_