Furio Bordon irrumpe en la escena española

Furio Bordon, autor y director italiano, está en Madrid para respaldar el estreno español de su obra Las últimas lunas, esta noche en el teatro Lara. Con versión del guionista Rafael Azcona, dirección del cineasta José Luis García Sánchez e interpretación de Juan Luis Galiardo, Carmen Elías y Luis Perezagua, el texto, que triunfa en otros países, habla de la vejez, con ácida ironía, despojada de paternalismos, y trata de cumplir la función social que Bordon concede al teatro: "Ser una trinchera contra la estupidez dominante".

"El teatro es una trinchera contra la estupidez dominante, tiene la cualidad de analizar el malestar social de este mundo, el verdadero teatro siempre ha sido así, su función social siempre es política, pero sin la frialdad de los compromisos y la suciedad que muy a menudo tiene la política profesional", dice Bordon sobre el arte escénico, al que se dedica, como director y autor, desde hace décadas.Las últimas lunas, escrita en 1992 y que hoy se representa con éxito en numerosos países, fue elegida por Marcello Mastroianni (sin que aún hoy se expliqué su autor por qué) para despedirse no se sabe si de los escenarios o de la vida. Lo hizo en un alarde de identificación con el personaje, un anciano profesor que es internado, por su único hijo, en una residencia de la tercera edad, donde se deja morir a punta de lucidez y socarronería.

Bordon no tiene claro a qué respondió el último gesto escénico del gran actor italiano, pero cree que pasarán años hasta que en Italia alguien vuelva a reponer esta obra: "Su despedida es algo que pesa en exceso, como su dulce recuerdo".

Bordon dice que siempre le ha fascinado el mundo de la ancianidad: "Me produce una fascinación casi dolorosa algo tan paradójico como es el hecho de encontrar, en los viejos, dos realidades tan opuestas como es el punto máximo de conocimiento unido al momento máximo de debilidad, es un contraste dramático, me hace mucho daño esa falta de futuro que tienen", dice.

Como es obvio, la obra de Bordon también es un reflexión sobre el final de la vida: "La relación con la muerte que llega es, para un creyente, un hecho importante, pero sólo supone un paso a otra vida; pero para un no creyente la muerte es un momento verdaderamente sagrado, en el que se apaga todo, es el momento en el que un hombre es más hombre, en el que su humanidad se condensa..., es como esa luz más intensa que da la llama de una vela al finalizar".

En Las últimas lunas Bordon defiende que se llega al final de la vida con rencor: "Es muy difícil perdonar a los otros que nunca comprenden el gran drama que uno anciano está viviendo". El autor, que vio la versión española anteayer, se quedó encantado con el trabajo de García Sánchez y los actores: "Estoy muy satisfecho, además es una experiencia muy bella ver un texto propio interpretado por pueblos distintos, aprendo más sobre las tradiciones culturales del país donde se representa que si estudiara un año sobre esa materia", afirma.