"La Iglesia no responde a las mujeres"

Teóloga liberal y feminista, así se define esta profesora de Introducción a la Biblia en la Universidad Pontificia de Comillas. Isabel Gómez Acebo tiene ideas modernas sobre el papel y los derechos de la mujer dentro y fuera de la Iglesia. Esta teóloga hace una advertencia que es compartida por la mayoría de los pensadores cristianos progresistas y liberales: "A pesar del acercamiento que están intentando hacer muchas mujeres actuales a la Iglesia, si ésta tarda mucho tiempo en actuar va a perder en poco tiempo a las mujeres. Sería normal que los cambios se produjeran de una forma lenta, pero es que ni siquiera han empezado a producirse, y las mujeres sienten desesperación y tristeza porque piensan que la Iglesia no responde a una serie de demandas que ellas hacen".Entre esas demandas se encuentran la aceptación de la relaciones sexuales sin tener hijos: "La Iglesia tiene miedo al sexo, y lo tiene que perder. Debe aceptar ya los métodos anticonceptivos, lo que sería un paso previo a empezar a hablar del tema del aborto".

Esta teóloga se declara abiertamente antiabortista, no le parece mal que la Iglesia diga que el aborto es malo y tiene miedo de que se permita abortar abiertamente, aunque considera que hay casos que no se pueden ignorar: "Tener un hijo de un violador es algo que no se le puede pedir a nadie. Por eso hay que escuchar a las mujeres, pero no se trata en ningún caso de dar facilidades para abortar, sino de oír sus problemas porque hay casos gravísimos".

Gómez Acebo es licenciada en Ciencias Políticas y en Teología, está casada y tiene seis hijos. Concilia su trabajo como profesora con la dirección de una residencia de ancianos y con su labor como escritora. Ha publicado libros como Dios también es madre o Cinco mujeres oran con los sentidos.

La teología feminista aporta una visión propia de la Biblia, desde un punto de vista nuevo, aunque sin negar el tradicional. "Partimos de la idea de que la Sagrada Escritura se tiene que leer bajo los ojos del lector y no del escritor, que por otro lado es una tendencia bastante generalizada en la literatura de nuestros días. La Biblia da una serie de pistas que pueden servir como trampolín para la liberación de la mujer", explica esta teóloga.