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Blázquez: "La cúpula sindical está asilvestrada"

La historia de réplicas, desencuentros y fuego cruzado que escenifican el Gobierno regional y las centrales sindicales en Madrid vivió ayer su tercera jornada consecutiva de cuchillos largos. A falta de conocer la opinión del propio presidente, Alberto Ruiz-Gallardón -que, de momento, ha optado por el más escrupuloso silencio-, el más vitriólico ayer resultó ser Luis Blázquez, consejero de Economía y Empleo. Blázquez respaldó la ruptura de relaciones con los agentes sociales y razonó así su postura: "La cúpula sindical está asilvestrada. No se volverá a negociar nada hasta que recuperen la cortesía, porque en una Comunidad con el nivel de excelencia de Madrid no se pueden tolerar la descalificación y el insulto".Según refleja la agencia Europa Press, Blázquez aseguró que los secretarios generales, Rodolfo Benito (CC OO) y José Ricardo Martínez (UGT), "se han descalificado a sí mismos con su propio lenguaje". Y añadió: "El Gobierno no tolerará esta dialéctica, que es la contraria de la que se ha generado en los últimos años".

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En el trasfondo de la trifulca se encuentra el pacto de financiación para la escuela pública, 118.000 millones adicionales en cinco años que el Gobierno negoció con los sindicatos entre marzo y julio de este año. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, dijo el miércoles que no había "acuerdo ni preacuerdo alguno" con CC OO y UGT, un mentís que Martínez y Benito atribuyeron a Presidencia. Por eso arremetieron contra Ruiz-Gallardón, al que tildaron de "embustero", "irresponsable político" o "el peor presidente posible".

Las heridas parecen aún lejos de cerrarse, pero las centrales sindicales ensayaron ayer un tímido gesto de distensión. En un comunicado consensuado por las dos organizaciones, se califica la negativa al diálogo como "una postura precipitada o poco reflexionada", se hace "un llamamiento a la calma" y se apunta, no sin cierta ironía: "No dudamos del conocimiento que este Gobierno tiene del papel que la Constitución reconoce a los sindicatos representativos". El secretario de Comunicación de CC OO, Francisco Naranjo, remachó: "Ruiz-Gallardón quiere virar hacia el centro, pero, ahora que nos llama "asilvestrados", intuyo que equivocó la dirección de su giro".

El portavoz socialista en la Asamblea, Jaime Lissavetzky, pidió al presidente que se deje de "rabietas, actitudes chulescas y ultimátum provocadores" y retorne a la "cordura". "Por encima de provocaciones, las negociaciones deben reiniciarse, porque la enseñanza no es moneda de cambio", apuntó. Jaime Ruiz, de IU, deploró la "actitud autoritaria del jefe del Ejecutivo, a años luz de la sumisión que demuestra con el Gobierno central". También pidió la comparecencia de los sindicalistas en el parlamento regional.

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