Oliveri ordena a la "ikastola" Toki Eder que readmita a la empleada de la limpieza rechazada por no hablar euskera
El consejero de Educación, Inaxio Oliveri (EA), ordenó ayer a la directora de la ikastola vitoriana Toki Eder que readmita a la empleada de la limpieza a la que rechazó por no saber euskera. Oliveri también se comprometió a mediar con el Ayuntamiento de Vitoria para que envíe al centro una limpiadora euskaldún cuanto antes. La directora de Toki Eder, Araceli González de Langarika, expulsó el pasado miércoles -el día en que comenzaba el curso escolar- a una empleada de la limpieza por que no sabía euskera. La responsable de la ikastola, que actuó en nombre del Consejo Escolar del centro -integrado por padres, profesores, alumnos y el propio consistorio-, justificó su decisión en que el Ayuntamiento ha incumplido los términos que fueron pactados con el centro sobre el perfil de las empleadas de limpieza. La directora se dirigió al departamento municipal de Educación el pasado 8 de junio para solicitar que "los trabajadores sean capaces de mantener sus relaciones laborales en euskera". El Ayuntamiento respondió al centro el 19 de junio. En la misiva, el director de Educación, Juan Manuel Paniagua, expresaba su confianza en que el departamento de Función Pública, que es quien se encarga de proveer de trabajadores de limpieza a los centros educativos de la capital, tuviese en cuenta la petición de la ikastola y enviase al centro personal con el perfil lingüístico adecuado. "Confío en que podamos atender satisfactoriamente su solicitud", contestó. Educación está en manos del PNV, mientras que Función Pública es dirigida por Unidad Alavesa. El alcalde de Vitoria, el peneuvista José Ángel Cuerda, no permaneció ayer ajeno a la polémica. Tachó de "lamentable e inaceptable" el conflicto y subrayó que "el derecho a trabajar prevalece sobre el derecho a expresarse en un idioma". La polémica se ha desatado en torno a una trabajadora que, según el Ayuntamiento, debe cumplir exclusivamente labores de limpieza y vigilancia, y, según el centro, debe asumir las tareas de conserje que realizaba la persona que estaba contratada con anteroridad. Así, debería atender el teléfono y hacer fotocopias, lo que le exige mantener una relación directa con los alumnos y los profesores. "Inadmisible" para el alcalde Ahí es donde radica una de las confusiones. El Gobierno vasco transfirió el pasado junio al Ayuntamiento la competencia sobre los servicios de mantenimiento y limpieza de los colegios e ikastolas de Vitoria. Cuerda aseguró ayer que el convenio sólo obliga al consistorio a suministrar a los colegios personal de limpieza y no de conserjería. "La trabajadora expulsada", explicó el alcalde, "pertenece a una bolsa de trabajo del Ayuntamiento. No es admisible rechazar a nadie por sus circunstancias idiomáticas. El Ayuntamiento siempre envía a las personas idóneas desde el punto de vista de su cualificación profesional y de su conocimiento del idioma". Oliveri puntualizó que no se trata de un problema del Gobierno vasco. "La responsabilidad de la limpieza y el mantenimiento de los centros públicos de infantil y primaria es del Ayuntamiento y por lo tanto, es el consistorio el que ha enviado esta trabajadora a Toki Eder. Le diremos a la directora que readmita a la limpiadora y también haremos una gestión con el Ayuntamiento para ver si puede enviar alguien euskaldún". El consejero recalcó que existe un compromiso del área de Educación del Ayuntamiento de trasladar al negociado de Función Pública la necesidad de enviar a Toki Eder personal euskaldún. "La recomendación no ha sido atendida suficientemente por Función Pública", se quejó.
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