Cuerda quiere paralizar el "híper" de Echávarri hasta que hable el Tribunal Superior

El alcalde de Vitoria, el peneuvista José Ángel Cuerda, tratará de paralizar el proyecto para construir una gran superficie comercial en Echávarri-Viña, cuya aprobación será oficial antes del próximo día 25. El Ayuntamiento, contrario a la idea por considerarla perjudicial para la ciudad, interpondrá un recurso con la intención de suspender los trámites mientras no se pronuncie el Tribunal Superior de Justicia vasco. Según Cuerda, el plan conculca dos leyes.

Cuerda llevará su oposición al híper de Echávarri-Viña hasta las últimas consecuencias. Pretende defender su modelo de ciudad, basado en centros comerciales de menores dimensiones e integrados en el casco urbano, incluso por encima de sus afinidades políticas. El alcalde peneuvista sólo tiene a su favor a su socio de gobierno municipal, Unidad Alavesa, y a los comerciantes de Vitoria. En contra, se han situado todas los demás responsables de dar el visto bueno al proyecto. En primer lugar, el Ayuntamiento de Zigoitia, gobernado por el PNV, ha recalificado sus normas subsidiarias para hacer posible que los terrenos contiguos a la embotelladora de Kas-Pepsico tengan un uso comercial y terciario. De esta manera, se podrá construir el híper sobre 233.000 metros cuadrados, con una superficie cubierta de 65.000 metros. Así pues, se convertiría en el segundo centro comercial más grande del País Vasco, por detrás de Artea, en Leioa. Esta decisión la respaldó el Gobierno vasco a través de la Comisión de Ordenación del Territorio y de la consejería de Patxi Ormazabal (EA). También el departamento de Comercio, de la peneuvista Belén Greaves, se ha mostrado favorable al proyecto. Finalmente, la Diputación alavesa ha dado el visto bueno prácticamente definitivo, tanto por parte del diputado general, el también peneuvista Félix Ormazabal, como del diputado de Urbanismo, Avelino Fernández de Quincoces (EA), que hará oficial su postura mediante una orden foral antes del 25 de septiembre. Esa fecha desencadenará las hostilidades judiciales en el Ayuntamiento de Vitoria. El alcalde anunció ayer su "firme propósito" de interponer un recurso contencioso-administrativo, cuyo primer objetivo es paralizar el proyecto. "Pediremos la suspensión de las gestiones administrativas, de modo que no se pueda actuar hasta que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dicte sentencia", comentó Cuerda. Los argumentos legales del Ayuntamiento se basarán en la conculcación de dos leyes que se refieren al ordenamiento urbanístico y al medio ambiente. El alcalde entiende que todos los pasos dados hasta el momento por las instituciones para aceptar el híper de Echávarri no han tenido en cuenta "la jerarquía de instrumentos urbanísticos", es decir, que el proyecto se ha apoyado en un reglamento menor, como son las normas subsidiarias del Ayuntamiento de Zigoitia, en vez de atender a las directrices de carácter supramuncipal de ordenación del territorio. Cuerda añadió que se han obviado las conclusiones provisionales del Plan Territorial Sectorial en lo que se refiere al uso del suelo para actividades económicas. Este documento establece las líneas maestras que deben seguirse en cada territorio y, según dijo Cuerda, "en Echávarri-Viña no se dice que tenga que haber nada parecido a un centro comercial, sino industrias innovadoras". El alcalde vitoriano considera también que antes de seguir adelante con el parque comercial se debería esperar a la próxima aprobación de otro reglamento superior, el Plan Territorial Parcial de Álava Central. Según prevé Cuerda, el plan se aprobará en la Diputación, aunque dejando un asunto pendiente: los accesos al híper. Para que el visto bueno sea definitivo, Urbanismo exigirá que se resuelva esta cuestión. El máximo responsable municipal calificó este hecho de "bombazo" y le servirá como un argumento más para el recurso judicial. Según sostiene, "también se conculca absolutamente la Ley de Medio Ambiente", aprobada en el Parlamento vasco el pasado marzo. "Deficiencias" en autobuses El primer edil vitoriano está inmerso además en otra polémica, la derivada del informe preliminar emitido por el Tribunal Vasco de Cuentas que aprecia irregularidades en la adjudicación de las fracasadas obras en la antigua estación de autobuses. El alcalde respondió a los grupos de la oposición que habían recalcado las pérdidas que aquel fallido proyecto trajo consigo al consistorio. El Ayuntamiento pagó 1.018 millones de pesetas a la promotora como compensación a los trabajos ya realizados. El PSE llegó a afirmar que las pérdidas ascendían a 2.000 millones. Cuerda asumió ayer el "fracaso" de la operación, pero contestó que ésta no supuso "ni una sola peseta de quiebra económica del patrimonio municipal". Al contrario, aseguró que el Ayuntamiento recuperará con creces el dinero invertido con la futura venta de 800 plazas de garaje en el solar de la antigua estación. "No hay nada de que ningún concejal ni ciudadano de Vitoria tenga que avergonzarse. La economía municipal no ha sufrido el más mínimo quebranto", insistió. El primer edil admitió que "pudo haber alguna deficiencia administrativa", aunque recalcando que en aquella gestión no se produjo "ninguna anomalía ni irregularidad". Recordó, una vez más, que el debate sobre el proyecto presentado por la empresa Autoestaciones Vitoria terminó con la aprobación de todos los grupos municipales y que "no hubo un solo voto en contra". El alcalde constató que "hubo una única entidad perjudicada" con aquel proyecto, aprobado en el mes de mayo de 1992: "Acabó con la ruina de la empresa y de la familia propietaria". Destacó, de soslayo, que el solar dará cabida al futuro Museo Vasco de Arte Contemporáneo, un "edificio de primer orden".