El PSOE propone una ley para que las listas electorales tengan un 40% de mujeres

El PSOE presentará esta semana una proposición de reforma de la ley electoral para que todos los partidos estén obligados a incluir en sus listas de candidatos un mínimo del 40% de mujeres. La iniciativa cuenta, en principio, con la simpatía de IU y el rechazo por parte del PP. Los socialistas, en su congreso del año pasado, adoptaron una resolución interna por la que el porcentaje de mujeres candidatas debía ser en el PSOE de entre un 40% y un 60%, pero lo acordado no fue realidad con ocasión de las elecciones gallegas en el pasado diciembre.

Los socialistas ya no se conforman con garantizar que en sus listas electorales vayan hombres y mujeres en una proporción mínima del 40%. Quieren que los demás partidos lo hagan también. Y que estén obligados a ello por ley. Por eso la comisión que su comité federal creó para estudiar la "prevista" reforma de la ley electoral trabaja ya sobre este asunto: el texto estará listo esta semana, según la secretaria de la Mujer, Micaela Navarro.La propuesta socialista calca la resolución interna adoptada en su último congreso, celebrado el año pasado: el PSOE se comprometía a presentar como candidatos a hombres y mujeres en porcentajes no superiores al 60% ni inferiores al 40%. Los socialistas no han podido aplicar esta disposición para elaborar las candidaturas de unas elecciones generales todavía. Pero sí tuvieron ocasión de hacerlo en los últimos comicios gallegos (diciembre 1997), a los que concurrieron coligados con Esquerda Unida-Esquerda Galega (EU-EG) y Os Verdes. Y allí se quedaron cortos: de los 15 candidatos por Lugo, por ejemplo, sólo cinco eran mujeres (33%), aunque entre ellas estaba la cabeza de lista.

Es sólo un ejemplo más del choque con la realidad que se da en todos los partidos cuando se habla de mujeres candidatas y elegidas. Las mujeres apenas llegan hoy al 22% en el Congreso -en 1990 sólo representaban el 6,5%- y al 15% en el Senado. Sólo aquellas formaciones con representaciones mínimas alcanzan porcentajes superiores al 50%, como el Partit de la Independencia de Cataluña. Caso aparte es Eusko Alkartasuna (EA): sólo tiene un diputado nacional y un senador, pero ambos son mujeres, y de los ocho asientos que ocupa en el Parlamento de Vitoria, cinco tienen sello femenino.

Los socialistas quieren dar a su iniciativa fuerza de ley, para que puedan ser sancionados, si se da el caso, los incumplimientos. E invocan el artículo 9.2 de la Constitución de 1978, que señala a los poderes como responsables de retirar todos los obstáculos contra la igualdad.

La redacción definitiva está todavía pendiente, pero incluirá, según Micaela Navarro, garantías: no vale rellenar los últimos huecos de la lista con mujeres "para cumplir", sino que éstas accedan a puestos de previsible salida. La comisión del PSOE, presidida por el ex presidente del Congreso Félix Pons, baraja como posibilidades desde bonificar a las listas que cumplan con la cuota femenina, hasta alterar los puestos cuando esto no se produzca.

En IU, cuyos estatutos invocan la paridad y que adoptó el sistema de cuotas desde su fundación en 1986, lo han solucionado dividiendo cada lista electoral en tramos e insertando candidatas en cada uno de ellos en la proporción establecida. Empezaron con un 25% de mujeres y en la última Asamblea, en diciembre, llegaron al 60-40 "para cualquier órgano y cualquier lista", explica su responsable en temas de mujer, Marisa Bergaz. Por eso el acuerdo con el PSOE en este asunto es factible, aunque Bergaz asegura que nadie le ha preguntado.

Menos del 30%

Si el cambio de la ley electoral se produce, la cuota de representación femenina superará en casi 10 puntos la de militancia: ninguno de los grandes partidos nacionales supera el 30%. Pero el PSOE e IU -las dos formaciones aplican ya medidas de discriminación positiva para sus mujeres- son los que menos sufrirán, porque cuentan con las mayores cuotas femeninas del Congreso: 27,65 (39 de sus 141 diputados son mujeres) y 31,25% (5 de 16), respectivamente. Y de los cinco diputados expulsados de IU, ahora en el Grupo Mixto, dos son mujeres.Con esos porcentajes responde la izquierda a las posiciones conservadoras, tradicionalmente contrarias a cuotas femeninas, -"cuota wonderbra", en referencia al famoso sujetador, la llamó hace días la secretaria general de Asuntos Sociales, Amalia Gómez-. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, cree "excesivo" dar a esta política peso de ley, aunque admite que como norma interna de un partido "puede valer". Para ella un tratamiento así equivale a ver a las mujeres como "animales en vías de extinción", susceptibles de ser protegidas.