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Cosecha del 98

Hasta 30 platos diferentes de atún es capaz de preparar cada ama de casa barbateña. El conocimiento culinario tradicional de esta localidad gaditana se ha visto frustrado en los últimos años, sin embargo, y paradójicamente, por la falta de materia prima en la mismísima tierra del atún. Este año, después de casi tres lustros, han tenido la oportunidad de adquirir los mejores ejemplares del atún rojo en la lonja de la localidad. Media docena de empresas conserveras exportan a todo el mundo el morillo, el tarantelo y la mojama, accidentes de la geografía exquisita de lo que Cristóbal Cid, presidente de la Organización de Productores de Pesca (OPP-37) de Barbate, llama "el cochino de la mar". Es poco probable que las barbateñas imaginen que cuando los expertos económicos aluden a la incidencia de la crisis nipona a escala internacional, se trate de un análisis que, en su traducción barbateña, influye en el precio del atún. "Los japoneses no acumulan ya todo el atún que extraemos, sólo quieren unas 200 piezas diarias, que es más o menos lo que pueden cortar y congelar. Sencillamente porque se vende y se consume menos". Los datos son claros, en Barbate se han extraído en la campaña del atún del derecho (cuando se dirige al mediterráneo para desovar) 2.275 ejemplares, que equivalen a 387.913 kilogramos, cuya venta ha originado unos ingresos de 310 millones de pesetas. Cid calcula que se pesca y se vende al menos un 25% menos de atunes que el pasado año. Nadie acierta a explicar con precisión el porqué del descenso de las capturas. En el puerto de Barbate hay sólo la mitad de congeladores japoneses que anteriores campañas. Japón cuenta con un Banco de Atunes, con reservas congeladas para más de diez años. "Así siempre juegan a la baja", lamenta el presidente de la OPP-37. Además, los nipones han trasladado parte de su flota hacia Tánger, donde un empresario local ha calado cuatro almadrabas. "Allí contratan directamente con la empresa concesionaria, sin pasar por la lonja; compran al mismo precio que en Barbate o por debajo y terminan manejando el mercado". La decisión de los compradores habituales de los túnidos -corporaciones industriales como Mitshubishi o Suzuki- ha sido una bendición para los barbateños. Se han quedado en casa las mejores piezas y la manipulación ha dejado el valor añadido en tierra. Han sido 14 años de adquirir las piezas defectuosas que desechaban los japoneses. "No nos engañemos porque los atunes se seguirán yendo en el futuro para Japón, que es donde mejor se pagan", explica Cristóbal Cid. A principios de julio se cambió la dirección de las bocas de las almadrabas para capturar los atunes del revés -que vuelven de desovar- y así permanecerá orientada hasta finales de septiembre. En Barbate están convencidos de que se hablará de la calidad de la cosecha del 98.

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