_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

"Míster No"

Durante los últimos dos años, la presencia de José Barea al frente de la Oficina Presupuestaria ha sido una fuente de inquietud para el Gobierno. Sus informes, críticos en muchos momentos con la gestión del Ejecutivo, tenían la extraña inclinación a caer en manos de la oposición y se han esgrimido en los momentos solemnes como prueba de las incoherencias en la política presupuestaria del Ministerio de Economía, como demostración de la existencia de agujeros presupuestarios ocultos y como críticas procedentes del mismo corazón del Ejecutivo contra las políticas oficiales en la sanidad o en la televisión pública. Con ocasión del último debate sobre el estado de la nación, Barea alcanzó el cenit de popularidad y el Gobierno su límite de irritación cuando un informe sumamente crítico con las previsiones oficiales de sostenibilidad del déficit fue esgrimido públicamente por José Borrell para atacar a Aznar.La destitución de Barea, ejecutada ayer por el Consejo de Ministros bajo la fórmula habitual de cese a petición propia por motivos personales, confirma que el sabio profesor era una pieza incómoda, con funciones imprecisas y sin capacidad real para controlar el gasto, que es la tarea para la que está especialmente capacitado. Pero también es una acusación contra la incongruencia política de Aznar, que creó una oficina presupuestaria de cara a la galería, como símbolo de su preocupación por el gasto, y que ha prestado poca o nula atención a los informes de su máximo responsable.

Más información
El presidente destituye a Barea
El presidente destituye a Barea

Barea es el paradigma de un liberal económico a ultranza, convencido de los efectos perversos de cualquier tipo de déficit -sea cual sea su composición, su cuantía y su destino- y partidario de adoptar medidas drásticas para evitarlo.

En su etapa de subsecretario de Presupuestos con UCD era conocido como Míster No por la dureza con que rechazaba las peticiones de aumento de gasto. Barea es un experto en el Presupuesto y en las complejas mecánicas para su elaboración. Por ello, los informes que elaboró sobre las finanzas públicas, también los que fueron filtrados por la oposición, deben ser considerados como aproximaciones muy serias a la realidad de las cuentas públicas; no pueden despacharse alegremente, como hizo el Gobierno, por incompletos o faltos de información. El problema del profesor Barea ha sido que, al parecer, no ha asimilado del todo la evidencia de que la integración en el euro exige defender públicamente el presupuesto oficial, aunque sea poco real.

Se esté de acuerdo o no con su ideología y al margen de que su escaso sentido de la componenda genere situaciones impopulares, lo cierto es que la destitución de Barea priva a la opinión pública -y al Gobierno- de una referencia respetable sobre el estado de las finanzas públicas. De Barea hay que añadir que siempre que defendió lo público -y lo ha hecho a lo largo de su dilatada carrera- lo ha hecho con honestidad y rigor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_