Lewinsky confesará, según la prensa, que Clinton la convenció para que mintiese
Monica Lewinsky está dispuesta a declarar no sólo que mantuvo relaciones sexuales con Bill Clinton sino que el presidente norteamericano la convenció para que negara la existencia de esas relaciones, según las informaciones publicadas ayer por la prensa norteamericana y atribuidas a fuentes legales cercanas al caso. La promesa de realizar esa declaración ante el gran jurado parece haber sido el precio exigido por el fiscal especial, Kenneth Starr, para conceder a Lewinsky una inmunidad procesal total, que la ex becaria de la Casa Blanca sólo perdería si cometiese perjurio durante su testimonio.
The New York Times y The Washington Post coincidían ayer en sus relatos del trato alcanzado el lunes en una reunión secreta en Nueva York para conseguir el testimonio de Lewinsky. Malas noticias para Clinton, si se confirman estas informaciones, porque revelaría un intento por parte del presidente de forzar a Lewinsky a mentir en el curso de una investigación judicial. No se trataría, por tanto, de juzgar la conducta personal de Clinton, por la que la opinión pública no ha mostrado el menor interés, como demuestran las encuestas, sino de una posible obstrucción a la justicia, uno de los tres delitos que, junto a la instigación para cometer perjurio e intento de manipulación de testigos, investiga Starr.Entretanto, y en una aparente respuesta a las presiones de sus asesores políticos y de la opinión pública escamada por su silencio, Clinton ha accedido a prestar declaración ante el fiscal especial. La declaración jurada del presidente será grabada en cinta en la Casa Blanca para luego ser pasada ante los miembros del gran jurado. El jefe del equipo jurídico privado de Clinton, David Kendall, anunció anoche que, "como en ocasiones anteriores y en un esfuerzo para conseguir una rápida resolución de todo este asunto, el presidente facilitará voluntariamente su testimonio el 17 de agosto de 1998 ante la Oficina del Fiscal Especial".
Dos condiciones
La decisión de Clinton se produce despues de cerca de una semana de negociaciones frenéticas entre los equipos de Starr y Kendall para evitar a un presidente en ejercicio la humillación de tener que comparecer personalmente ante un gran jurado. Tras el acuerdo alcanzado entre las dos partes, Starr ha dejado sin efecto la citación judicial. El fiscal especial, en una clara muestra de sus deseos de terminar el caso, ha aceptado las dos condiciones impuestas por Kendall: que Clinton realice su testimonio en la Casa Blanca y que sus abogados puedan estar presentes durante la declaración. Esta segunda parte será controvertida, ya que de acuerdo con el procedimiento que rige las actuaciones del gran jurado, los testigos que prestan testimonio no pueden contar con asistencia letrada durante la deposición.Según lo publicado ayer por The New York Times y The Washington Post, en la reunión secreta mantenida el lunes en Nueva York entre el equipo de Starr y Lewinsky, la ex becaria se declaró dispuesta a reconocer ante el gran jurado que había mantenido relaciones sexuales con Clinton desde 1995 y que el presidente le había pedido que lo negara tajantemente en el caso de que fuera llamada a declarar, como así ocurrió, en el juicio por acoso sexual promovido por Paula Jones, antigua funcionaria del gobierno de Arkansas, contra el primer mandatario.
Clinton manifestó a Lewinsky, según The New York Times, que, si algo ocurre entre dos personas en una habitación cerrada y las dos personas se ponen de acuerdo para negar que haya ocurrido ese algo, no existe forma de probar nada. The Washington Post citaba fuentes legales para afirmar que Clinton y Lewinsky habían discutido la forma de mantener secreta su relación. "El presidente sugirió una serie de hipótesis para evitar que Lewinsky cooperara con los abogados de Paula Jones", afirmaron las fuentes citadas por The Washington Post.
Según Lewinsky, esta conversación se mantuvo a mediados de diciembre pasado. Poco después, Lewinsky realizaba una declaración jurada por escrito en el caso Paula Jones, en la que negaba tajantemente la existencia de una relación entre ella y el presidente de Estados Unidos.
Por su parte, y esto es lo más grave para Clinton, el presidente no sólo negó también esas relaciones en una intervención televisada ante la nación, sino que en otra declaración jurada por escrito, presentada durante el juicio del caso Paula Jones, se reafirmó categóricamente en esa negativa.
Fuentes cercanas a la investigación han afirmado que el testimonio de Lewinsky ante el gran jurado no se producirá probablemente hasta dentro de unas dos semanas. Starr se quiere atar bien los machos y desea interrogar intensamente a la ex becaria antes de presentarla ante los miembros del gran jurado.
El acuerdo de inmunidad entre Starr y Lewinsky alcanza también a la madre de la ex becaria, Marcia Lewis, principal confidente de su hija y uno de los posibles testigos en la lista del fiscal especial. La extensión de la inmunidad procesal a Lewis, que la pone a salvo de un posible procesamiento por perjurio u obstrucción a la justicia, fue una de las condiciones impuestas por Lewinsky para acceder a cooperar en la investigación de Kenneth Starr. Marcia Lewis, autora de un libro sobre el cantante de ópera Plácido Domingo, fue también llamada a declarar en el caso Paula Jones.
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