_
_
_
_
_

Asuntos Exteriores negocia la liberación de los pescadores apresados en Gambia

Los cinco marineros onubenses apresados en Banjul, capital de Gambia, desde el pasado 2 de junio, acusados de faenar ilegalmente en aguas de ese país, podrían regresar a sus casas durante esta semana si concluyen con éxito las conversación que mantendrá a partir de hoy el embajador de España en Senegal, José María Otero, con los responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores gambiano, según manifestó Ángel Fernández, uno de los propietarios de la empresa Tarso Consulting SL, armadora del marisquero Briz III. Este representante de la compañía onubense, que ha regresado a España después de permanecer en Gambia desde que ocurriera el incidente, trae consigo una declaración firmada por toda la tripulación en la que se señala como sucedieron realmente los hechos y las agresiones de las que fueron víctimas el capitán y el jefe de máquinas, Antonio Lozano y Domingo López, respectivamente, por parte de los militares. La empresa mantiene que el barco nunca pescó en aguas territoriales de Gambia pero, a pesar de ello, no precisó de la actuación del Gobierno español "hasta que vimos fracasar todo tipo de negociación económica con las autoridades del país", explicó Ángel Fernández. La compañía ha sufrido pérdidas cercanas a los 25 millones de pesetas desde que el buque fuera retenido en el puerto gambiano, con siete toneladas de marisco en su interior "a las que no se les puede dar salida", manifestó Fernández. La empresa ha gastado además uno cinco millones de pesetas en viajes de sus representantes y en manutención para los marineros. El conflicto que rodea este apresamiento se sustenta sobre un auténtico baile de cifras que impone el Gobierno militar de Gambia a la empresa. La multa se estableció en un principio en un millón y medio de dólares, reduciéndose después a 500.000, unos 80 millones de pesetas, según informó el titular de la empresa. La armadora llegó incluso a un acuerdo el pasado 24 de junio para pagar 16 millones de pesetas. "Mi sorpresa llegó cuando me dijeron que querían más", aseguró Fernández.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_