22 alcaldes de Jaén reclaman la construcción de conducciones para poder beber el agua de un embalse

Si en Maella se han quedado casi sin agua, más de 200.000 habitantes de Jaén y 21 municipios de su campiña se temen la misma suerte. Durante el último periodo seco, algunos de ellos sólo tuvieron agua durante ocho horas cada tres días, y si no se acometen unas obras ya comprometidas volverán a padecer restricciones en cuanto asome la próxima sequía.El pasado día 30, los 22 alcaldes, en representación de todos los colores políticos, lograron que la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente desbloquearan el parón de un compromiso de obras publicado en el BOE en 1995 y con el que se despejarían la incertidumbre de volver a padecer restricciones.

El plan de la metasequía de 1995 comprometió la ejecución de las conducciones para llevarles agua desde el embalse de Víboras (20 millones de metros cúbicos), que está recién acabado.

Esas obras cuestan 4.000 millones de pesetas y, aunque correspondería a la Junta hacerse cargo de ellas, el plan de 1995 estableció que las pagaría la Administración central. Desde entonces no se ha puesto un solo tubo. Ni siquiera se han diseñado los proyectos de las obras, con el Víboras rebosante de agua.

Los alcaldes de Jaén, Martos, Torredonjimeno, Torre del Campo y otros municipios afectados han viajado a Madrid en reiteradas ocasiones para acelerar las obras. El diputado socialista José Pliego ha presentado iniciativas parlamentarias, pero sin ningún éxito.

Tras reiteradas amenazas, el 30 de junio los alcaldes arrancaron, en una reunión tripartita en la subdelegación del Gobierno en Jaén, un nuevo acuerdo por el cual la Junta aportará un 15% a través de los proyectos de obra que deberán estar redactados a finales de año, mientras el Ministerio de Medio Ambiente buscará financiación para el 85% restante con fondos de cohesión europeos, de modo que las obras puedan iniciarse en 1999.

Miguel Anguita, alcalde de Torredonjimeno por IU desde 1979, teme que, "si no se van quemando etapas, va a llegar el año 2004 sin que llegue el agua". Anguita quiere desterrar los años en que cada llamada de teléfono era para notificarle la rotura de una cañería. "La sequía contraía las arcillas y rompía las tuberías". De pequeño compraba el agua a peseta el cántaro de 15 litros, pero el desarrollo experimentado por su pueblo ha elevado el consumo a 250 litros por habitante y día. Con las conducciones previstas, 21 municipios dispondrán en exclusiva del agua de Víboras y reservarán para Jaén ciudad las del embalse de Quiebrajano, que se secó en la última sequía.