El peso de las esculturas de Richard Serra
El Museo Guggenheim Bilbao recuperará en otoño su carácter de centro dedicado al arte del siglo XX. A finales de octubre, no quedará ni rastro de la arqueología oriental ni de pintura maoísta. El edificio volverá a sufrir otro vuelco de dimensiones gigantescas para albergar una exposición retrospectiva del tejano Robert Rausenberg, compuestas por 400 piezas de su multifacética personalidad artística.
Al igual que ocurrió con China: 5.000 años, la antológica de Rauschenberg ocupó en Nueva York los dos museos Guggengeim. La exposición se muestra ahora en Colonia, tras su exhibición en Houston, y llegará a Bilbao en noviembre para cerrar su periplo internacional.
Ayer, en el acto de presentación de la exposición sobre China, el director de la Fundación Guggenheim de Nueva York, Thomas Krens, en la práctica el máximo responsable de las actividades del museo de Bilbao, anunció discretamente una exposición dedicada al escultor norteamericano Richard Serra, que no entraba en los planes anunciados para los próximos meses.
"Se trata de una exposición pequeña, pero será, sin duda, la más pesada", bromeó Krens. La muestra, organizada por el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, estará compuesta por "siete u ocho esculturas de gran envergadura", realizadas con los metales que habitualmente trabaja el escultor.
La exposición se abrirá en Bilbao en el primer trimestre de 1999. El espacio que ocuparán en el Guggenheim ya está elegido. Se instalarán en la sala más grande —el fish, en la jerga de los empleados del museo, de cerca de 3.000 metros cuadrados—junto a la escultura Snake (serpiente), realizada por Serra específicamente para ese lugar.
A finales de 1990 llegará el turno de otra exposición heterodoxa: 150 motos de todas las marcas, fabricadas entre 1863 y 1998.
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