El presidente del CSIC exige que no se retrase la limpieza de Doñana Nombela apremia al ministerio y a la Junta

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), César Nombela, apremió ayer al Ministerio de Medio Ambiente y a la Junta de Andalucía, para que se cumplan escrupulosamente los plazos fijados para la limpieza de la zona afectada por el vertido tóxico en Doñana. De no ser así, advirtió, las consecuencias podrían ser nefastas para el entorno. "Un futuro mejor o peor para Doñana", dijo a modo de sentencia, "se juega en estos próximos meses". Nombela hizo estas declaraciones durante el acto de firma del convenio de constitución del futuro Instituto Botánico de Barcelona.El plazo de limpieza fijado inicialmente concluye en otoño. Para entonces, la zona afectada por el vertido tóxico debe estar tan limpia "como sea posible". Ello significa que antes de la llegada de las lluvias a Doñana deberían haber concluido las tareas de desalojo de lodos y fangos contaminados y quedar pendientes tan sólo aquellas que no pueden desarrollarse con el uso de camiones y excavadoras.

"Ambas administraciones", admitió Nombela, "aseguran que cumplirán los plazos". "Peronuestro papel", prosiguió, "es animarles para que cumplan con ellos". En opinión del presidente del CSIC, la comunidad científica ha manifestado ya su opinión y ha alertado de los riesgos. "Ejecutar el trabajo corresponde a otros sectores de la sociedad", explicó.

El presidente del CSIC no aportó nuevos datos sobre los riesgos, aunque sí resaltó la detección reciente de tóxicos "que ya han penetrado en el suelo", cuya movilización entraña un "peligro evidente" para los seres vivos de ese entorno. Si no se cumplen los plazos de limpieza, dijo, "es evidente que las aguas van a seguir movilizando a los tóxicos".

Los acuíferos, a salvo

En cuanto a la posible contaminación de los acuíferos, los datos disponibles en el CSIC descartan una entrada masiva de tóxicos incluso para los pozos anegados por el vertido. Los resultados obtenidos de los últimos análisis de fangos, por otra parte, continúan descartando también, afirmó Nombela, la existencia de minerales que no se correspondan con los propios de la zona. El único aspecto que ha causado sorpresa hasta la fecha, indicó, es que alguno de los materiales hallados esté "finalmente molido y esparcido", lo que aumenta su riesgo potencial al tratarse de partículas "altamente reactivas" y que pueden convertirse en tóxicas con relativa facilidad. El hallazgo de material orgánico -aminas aromáticas en proporciones de 5 a 10 partes por millón-, agregó, no ha causado sorpresa, puesto que derivaría del tratamiento de los minerales piríticos.Nombela anunció un plan de seguimiento para Doñana y su entorno que se prolongará de dos a tres años. Durante este tiempo, diversos equipos de científicos evaluarán el impacto del vertido desde diferentes ópticas, en especial sobre la posible incorporación de los materiales tóxicos a las cadenas tróficas, el seguimiento de poblaciones de aves y otros animales, además de la flora, y el comportamiento de los productos tóxicos que no se hayan retirado de la zona afectada.