El 87% de los alumnos ha aprobado los exámenes de selectividad

El 87,76% de los 209.575 estudiantes que se presentaron a la selectividad en junio ha aprobado, lo que mejora ligeramente los resultados del curso pasado (87,73%). Los exámenes han sido de dos tipos: de modalidad COU (con un 83% de los alumnos presentados) y de modalidad LOGSE. La proporción de aprobados procedentes de COU es cuatro puntos superior a la de aquellos que vienen de 2º de bachillerato (88,43% frente a 84,55%).

Los mejores resultados se han registrado en Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Aragón y País Vasco en la modalidad de COU, y en la Comunidad Valenciana, La Rioja, Extremadura, Cataluña y País Vasco en la de bachillerato.El último curso en el que se impartirá COU será el 2001-2002, de acuerdo con el calendario de la reforma modificado en febrero. El curso de orientación universitaria es en realidad la principal selectividad para los estudiantes del sistema en vías de extinción, ya que, según las estadísticas, en torno a la mitad de los alumnos suspende en junio. No hay estudios equivalentes sobre el nuevo sistema.

Los expertos recomiendan que los alumnos no renuncien a la carrera a la que aspiran, aunque inicialmente no tengan suficiente nota. Hay formas de intentar entrar que, aunque no ofrecen plenas garantías de éxito, sí dan nuevas oportunidades. Teniendo en cuenta que cada comunidad tiene su propio calendario de reclamaciones, preinscripción, adjudicación de plaza, matrícula y repesca de septiembre, éstas son algunas recomendaciones:

Pedir la carrera aunque la nota de corte quede lejos. Es mejor estar en lista de espera.

Reclamar la revisión de los exámenes si se espera mejorar algunas décimas. El alumno debe cumplimentar todos los trámites en los plazos previstos sin esperar la respuesta, pero adjuntando una copia de la instancia de reclamación.

Preinscribirse en varias carreras y universidades para no jugárselo todo a una carta, por clara que se tenga la preferencia. Es mejor renunciar a última hora que perder opciones desde el principio.

Solicitar plazas de "distrito compartido" ( cuya nota de corte es inferior a la normal) si se dispone de recursos para estudiar en otra ciudad. Cada universidad está obligada a ofrecer estas plazas a los estudiantes del resto de los distritos del país.

Acudir a la "subasta de plazas" que se produce en algunas universidades en septiembre, antes de la segunda convocatoria de selectividad. Las deserciones y recolocaciones dejan vacantes incluso en las carreras más solicitadas, y siempre con menor exigencia de nota. Algunas facultades convocan actos públicos para adjudicar plazas sobrantes. En otros casos hay que gestionarlo en las secretarías.

Utilizar las carreras de primer ciclo como trampolín (mucho menos disputado), para acceder a los correspondientes títulos de ciclo largo. Por ejemplo, una ingeniería técnica es generalmente más accesible por nota de corte que su ingeniería superior, y los planes permiten a menudo el paso automático de una a otra.

Solicitar el paso de una carrera a otra relacionada (por ejemplo, dos filologías, o una ingeniería técnica y otra superior) cuando en la primera se haya aprobado un determinado número de créditos troncales (materias obligatorias y comunes en cualquier universidad) que ambas compartan en primer curso.