Los paleontólogos desentierran 200 fósiles en el campus de Somosaguas

Hace 16 millones de años, allá en el mioceno medio, Madrid era una exuberante llanura de vegetación frondosa, clima tropical y docenas de mastodontes al frente del reino animal, con antílopes, aves y tortugas como vecinos más evolucionados. Así lo constatan las excavaciones que un grupo de geólogos de la Universidad Complutense ha realizado durante las últimas tres semanas en el campus de Somosaguas. Los trabajos han servido para desenterrar cerca de 200 fósiles en muy buen estado.

Al lado de la Facultad de Ciencias Políticas no había ningún Parque Jurásico, como ya pronosticaron los expertos, pero sí un buen número de piezas óseas con más de 15.000 milenios a sus espaldas. El equipo que encabezaba la catedrática de Paleontología Nieves López ha sacado a la luz grandes huesos de mastodonte (y algún que otro molar de diámetro amenazador), rumiante, rinoceronte y tortuga, así como un millar largo de fragmentos no identificables.Los alumnos, que concluyeron los trabajos sobre el terreno el jueves pasado, se han trasladado ahora al Museo de Ciencias Naturales, donde limpian y clasifican las piezas con minucioso esmero. Las más relevantes acabarán expuestas en las vitrinas de esta institución.

"Los fósiles de los grandes mamíferos tienen un notable valor museístico", admite la catedrática que ha dirigido las prospecciones. Sin embargo, su mayor satisfacción es la de haber encontrado en el campus un filón donde organizar prácticas para sus pupilos. Eso, y el valor de divulgación que encierran las excavaciones: nunca los estudiantes de Políticas habían hablado tanto de fósiles. En total se han rastreado 50 metros cuadrados. Muy cerca, probablemente, hay más huesos de mastodonte a la espera.