Aznar considera "frívola" y "electoralista" la salida de los socialistas del Gobierno vasco

El jefe del Gobierno, José María Aznar, afirmó ayer que no romperá el pacto que mantiene con el PNV desde abril de 1996 por razones de "responsabilidad". "Las políticas de desahogo pueden servir para un rato, pero quien tiene la responsabilidad del Gobierno tiene que pensar en el día de las elecciones, pero también en el día después". Con este argumento, Aznar rechazó peticiones desde las propias filas de su partido para que rompa con el PNV. Aznar se desmarcó de la comprensión mostrada el día anterior por el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, a la ruptura del PSE con el PNV por los acuerdos del partido de Xabier Arzalluz con HB al calificar la decisión socialista, sin citarlo, de "frívola" y "electoralista".

José María Aznar dio ayer su opinión sobre la situación política creada en el País Vasco tras el asesinato del concejal del PP Manuel Zamarreño por la banda ETA y la decisión del PSOE de abandonar el Gobierno tripartito vasco.El presidente evitó entrar en polémicas directas con el líder del PNV, Xabier Arzalluz, por mantener sus conversaciones con HB mientras ETA sigue matando concejales del PP. Todo lo que dijo fue: "Nadie debe deslizarse por caminos profundamente equivocados", en velada referencia a las conversaciones del PNV con HB, y "va a llegar un momento en que si se cae una teja en la Gran Vía de Bilbao la culpa la va a tener el ministro del Interior", en defensa de Jaime Mayor, que parece el objetivo central de los ataques políticos de Xabier Arzalluz.

En todo caso, Aznar dejó claro que no quería complicar aún más las ya difíciles relaciones que el Gobierno mantiene con el PNV con la "práctica de una política de ruptura". "No se trata de establecer distancias dialécticas ni mucho menos disputas con ninguna fuerza política, a excepción de HB".

Fue más directo en sus críticas al PSOE, al que tampoco citó, por su abandono del Gobierno tripartito vasco: "No me interesan ningún tipo de operaciones propagandísticas, más o menos frívolas. Me preocupa que no se adopten actitudes de fondo que pueden quebrar una tendencia en la cual sepan los que ejercen la violencia que no tienen nada que hacer en el futuro en el País Vasco. Eso es lo que me preocupa".

Desahogo

Aznar, desmarcándose tanto del PSOE como del PNV, dijo que no iba a caer en la "tentación tan fácil como inútil" del "desahogo" y se atrincheró en la responsabilidad que tiene como presidente para desoir las demandas de una parte del PP que le pide que rompa con el PNV. "La fecha de las elecciones vascas me preocupa, pero más aún el día después. porque las políticas de desahogo sólo valen para un rato. Es necesario hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos. Ha de prevalecer el entendimiento y los futuros compartidos sobre la ruptura".Aznar dio a entender que no quería poner, con una ruptura con el PNV, nuevos obstáculos a la situación política que se creará en Euskadi tras las elecciones del 25-O. Pero también aclaró que el Gobierno no cambiará de política antiterrorista, que no cederá y mantendrá su actual política de "firmeza". "Puede haber posiciones políticas equivocadas o que deben ser corregidas y algunas actuaciones poco serias, pero lo importante es que el Gobierno va a seguir manteniendo una postura de firmeza democrática frente al terrorismo, con todas sus consecuencias y con coraje, decisión y coherencia".

Hizo un llamamiento, especialmente a los cargos municipales del PP, para que resistan los embates del terrorismo "intolerable" que están soportando y requiere no sólo una reacción del PP sino un "ejercicio de responsabilidad muy grande" de todos los partidos políticos.