Barcelona abre una renovada Feria del Libro y de la Lectura

La 22ª edición de la Feria del Libro de Barcelona estrena sede, fechas, planteamiento, presupuesto y nombre. Del paseo de Gràcia al Moll de la Fusta. De abril a julio (del 2 al 12). De intercambio comercial a evento cultural. De unos 20 millones de inversión a aproximadamente 60. Y de Feria del Libro a Feria del Libro y de la Lectura.

Hacía tiempo que los organizadores -editores, libreros y distribuidores- estaban preocupados por los pobres resultados de la antigua feria, "demasiado fría", según el presidente de los editores, Gonzalo Pontón. Algunos lo achacaban a la proximidad temporal con el 23 de abril, Día del Libro, y a un espacio poco adecuado, un paseo de Gràcia en el que se tenían que salvar decenas de semáforos, y con las aceras cada vez más ocupadas por terrazas de bares y restaurantes.

La nueva situación, en el puerto de Barcelona, tiene forma de pueblo. Las casetas -de editoriales, librerías o temáticas- se han organizado en calles y plazas, y se ha instalado una carpa para la celebración de actividades paralelas. El resultado, para el visitante, es un recorrido mucho menos accidentado que el de las anteriores ediciones.

El golpe de timón en el enfoque se ha materializado también en un trato con el Festival de Verano de Barcelona. El Grec celebrará, desde el 4 al 10 de julio, una Mirada sobre Colombia dentro del recinto de la feria. Una charla con Álvaro Mutis, mesas redondas con una quincena de escritores colombianos, una serie de tertulias presentadas por su ministro de Cultura, Ramiro Osorio Fonseca, y representantes de editoriales de aquel país. De esta manera, Colombia se convierte en el primer país invitado de esta nueva feria que pretende recuperar terreno ante el éxito de la reciente edición de la Feria de Madrid.

Grandes esperanzas

Los organizadores de la feria no han escondido en ningún momento que el modelo a seguir ha sido el de la feria madrileña. Se ha reforzado la oferta lúdica con lecturas en voz alta a todas horas, tanto de poesía como de narrativa y cuentos. Habrá talleres de confección de libros, de cocina y de escritura.Los niños, que acaban de empezar las vacaciones, son otro de los objetivos de los organizadores. Según el librero y coordinador Pep Duran, se trata de "crear el hábito de la lectura como primer paso para crear compradores de libros". Así, los pequeños se encontrarán a su paso con contadores de cuentos. El último día podrán participar, con la ayuda de un equipo de ilustradores, en la elaboración de un cuento gigante a partir de textos de los visitantes que hayan participado en los talleres.

Jordi Úbeda, presidente de la feria, se da tres años de margen para valorar el resultado de tanta novedad. Sin embargo, alberga grandes esperanzas de que la apuesta funcione.