Milosevic lanza sus tropas contra las posiciones del ELK en una estratégica ciudad de Kosovo
La policía especial serbia, con apoyo de civiles armados y blindados de las Fuerzas Armadas, lanzó ayer un asalto sobre posiciones del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) en Belacevac, a 10 kilómetros al oeste de Pristina. Por la noche, las autoridades serbias anunciaron la toma de una parte de esta importante mina de carbón, en manos de la guerrilla desde la semana pasada. La ofensiva, ordenada por el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, se produce después de que EEUU haya mantenido reuniones con los jefes del ELK, otorgándoles un papel en la solución negociada de la crisis.
El escenario es el mismo de Decani. Artillería pesada y blindados de fabricación soviética moviéndose hacia la zona de los combates. Personas asustadas huyendo en dirección contraria. No hay casi testigos. Los periodistas occidentales que intentaron acercarse ayer a Belacevac fueron interceptados por civiles serbios armados, quienes les ordenaron regresar de inmediato a Pristina. "La situación no es segura", argumentaron. El domingo, el extremista serbio Zeljo Raznatovic Arkan, cuyas milicias paramilitares, Los Tigres, participaron en la limpieza étnica en Croacia y Bosnia, se ofreció para "solucionar el problema de Kosovo en tres días". Arkan tiene gente en Kosovo.También hay tensión en Kilevo, donde numerosos guerrilleros del ELK tienen cercados a 220 serbios, de los cuales una veintena son policías. El ELK ofrece un corredor humanitario para permitir su salida. Opción que rechaza el mando militar de Belgrado.
La oficina serbia de información en Pristina, la capital kosovar, situada a tan sólo 10 kilómetros de la zona de los combates, no reconoce la presencia de soldados yugoslavos. Sus despachos hablan de una acción policial en la que se están utilizando gases lacrimógenos con el fin de recuperar el control de la estratégica mina de carbón de Belacevac.
La realidad, en cambio, es muy distinta. La carretera entre Pristina y Pec se encuentra tomada por un gran operativo militar. Camiones con tropas uniformadas y bien pertrechadas, piezas de artillería ligera y pesada y blindados del Ejército y de la policía especial circulan en dirección a Belacevac. Allí, además de la mina, hay dos grandes plantas eléctricas que dan energía a Pristina y a otras zonas de Serbia.
Algunos periodistas, que lograron romper el cerco informativo, se acercaron a Belacevac por el este. Desde su posición pudieron escuchar explosiones e intercambios de disparos. No hay duda de que se están desarrollando intensos combates. Había, por lo menos, tres casas en llamas. Algunas informaciones apuntan a que uno de los grupos del ELK que estaba en este pueblo minero logró escapar poco antes del asalto de la policía especial serbia. Otro grupo, cuyo número es desconocido, se ha parapetado en la mina, haciéndose fuerte.
Cerca de Kosovo Polje
El golpe del ELK contra Belacevac es muy importante desde el punto de vista económico, pero lo es más desde el emocional. Esta localidad está a tan sólo dos kilómetros de Kosovo Polje, el lugar donde los serbios perdieron su independencia el 29 de junio de 1389 frente al imperio otomano. Hace nueve años, en plena efervescencia nacionalista, Milosevic logró reunir allí a un millón de personas para conmemorar el aniversario. Era la víspera de las guerras de Croacia y Bosnia. Este domingo, en cambio, los nacionalistas apenas juntaron unos centenares de fieles. La orden de atacar procede de Milosevic. Ha elegido un momento político muy delicado. La comunidad internacional le presiona con más sanciones para que negocie con los kosovares la restitución de la autonomía suspendida en 1990. EEUU, a través de su recién nombrado embajador ante la ONU, Richard Holbrooke, ha mantenido dos contactos con los jefes del ELK, dándoles un papel en la salida de la crisis.Kosovo es una provincia serbia habitada por dos millones de personas, de las cuales un 90% son de origen albanés. Ibrahim Rugova, el líder kosovar moderado, apuesta por la independencia, pero a través de medios pacíficos. El ELK, de creciente popularidad entre los jóvenes, es la versión armada y radical del independentismo.
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