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Las mujeres ocupan sólo el 11% de los escaños parlamentarios de todo el mundo

El Congreso de los Diputados registra una representación femenina del 22%

De los 40.822 parlamentarios que hay en el mundo sólo el 11% son mujeres. Según un estudio dado a conocer esta semana en Suecia por el instituto internacional IDEA, en la aún tan baja participación de las mujeres en la política subyacen problemas generales, como el de la pobreza y la más baja educación femenina, pero también específicos, como la corrupción de los políticos y el sistema electoral de mayorías parlamentarias.Las mujeres que desean dedicarse a la política tienen un obstáculo fundamental, que es el apoyo financiero. La ausencia de una educación igualitaria y de entrenamiento para el liderazgo y la dificultad de amoldarse al "modelo masculino" de la vida política están también en la base de la discriminación, pero el problema de raíz es la pobreza. Como ya ha publicado la ONU en repetidas ocasiones, el 70% de los 1.300 millones de personas que viven en la pobreza son mujeres.

"Las mujeres se mueven de la casa de sus padres a la casa de sus maridos y a la casa de su familia política", explica Raiza Faiz, ex parlamentaria de Bangladesh. "Ellas son como refugiados... No tienen dinero por sí mismas; el dinero pertenece a sus padres o sus maridos".

Otra de las razones por las cuales las mujeres suelen quedar al margen de la política es porque ellas la consideran un feudo masculino, y también es habitual que se sientan intimidadas por la hipocresía y el juego sucio de los políticos. El informe constata que la corrupción política en países como Nigeria, Pakistán o Bangladesh ha desencadenado una menor confluencia de mujeres a la vida parlamentaria.

En el lado opuesto se situarían los países escandinavos y Nueva Zelanda, donde la percepción de la corrupción es menor y donde, en consecuencia, la representación parlamentaria femenina alcanza las más altas cotas.

Sistemas proporcionales

Como formas efectivas de romper el llamado techo de cristal se perfilan ciertos cambios en el sistema electoral. Porque el análisis del estudio arroja un dato fundamental: el sistema proporcional suele resultar más ventajoso para las candidatas que el sistema de mayorías parlamentarias. Las razones, según expone el estudio, son variadas. Pero quizá la fundamental es que con el sistema de mayorías parlamentarias, la candidatura de una mujer representa una amenaza a la candidatura de un compañero masculino de su mismo partido. Con el sistema de representación parlamentaria por distritos electorales, los votantes eligen a sus representantes para ese distrito, no al partido. Las fricciones internas en los partidos son, por tanto, menores.Pero sea como fuera, los porcentajes de mujeres dedicadas a la política son aún ínfimas. No llega al 11% las que lideran partidos políticos, y sólo 18 mujeres presiden uno de los 240 parlamentos existentes. Los países nórdicos, como es conocido, son los que destacan respecto al resto del mundo gracias a sus políticas de promoción de igualdad de géneros. En ellos, se alcanza el 36% de la representación parlamentaria. El resto de Europa se sitúa al mismo nivel que el África subsahariana, con un 11% de representantes femeninas. Por debajo está Asia, con el 10%, y por encima, América, cuyo porcentaje alcanza el 13%. En el furgón de cola quedan los estados árabes, donde las mujeres parlamentarias sólo representan un 3% del total.

En este contexto, el avance español es palpable, ya que en el Congreso de los Diputados hay un 22% de parlamentarias desde 1996, aunque en el Senado el porcentaje desciende al 16%.

Los datos actualizados de los 240 parlamentos existentes proceden del primer estudio realizado por el instituto IDEA, con sede en Estocolmo, que se ha propuesto elaborar informes similares sobre el impacto femenino en los órganos de gobierno nacionales, en las instituciones judiciales y en los medios de comunicación. En IDEA, que lucha por promocionar la democracia y los procesos electorales, participan 17 países y cuatro organizaciones no gubernamentales.

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