Expertos descalifican el proyecto del Gobierno para el parque eólico de Elguea

Nula validez de la estimación de recursos eólicos a largo plazo y escasa fiabilidad de la evaluación de impacto ambiental, inconcreción, lagunas y omisiones: así de contundentes son las críticas de un grupo de expertos universitarios que ha pedido al consejero de Medio Ambiente, Patxi Ormazabal, la retirada del proyecto de parque eólico en Elguea (Álava). El estudio lo considera estéril en términos energéticos y cree que perjudicará a los valles de Barrundia y Aran-tzazu, incluido el santuario.

Varios profesores universitarios, dirigidos por el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad del País Vasco (UPV) Eugenio Ruiz Urrestarazu y docentes todos ellos del Departamento de Geografía de la Facultad de Vitoria, han analizado el plan, presentado por la empresa Eólicas de Euskadi S.A., y han enviado al Gobierno vasco su informe como alegación formal. En ella solicitan la paralización y desestimación total del proyecto de instalación de la planta eólica en la sierra de Elguea, cuya cresta separa Álava y Guipúzcoa. El estudio critica al Ejecutivo por aceptar "lo que para los promotores resulta más conveniente", al dar por suficiente el periodo de un año para las medidas de viento sobre las que se evalúa el recurso eólico supuestamente disponible. La Organización Meteorológica Mundial y la comunidad científica, señalan, exigen observaciones durante periodos de tiempo mucho más prolongados, en particular cuando se trata del viento, uno de los elementos de más difícil medición, sobre todo en cumbres de montañas. Según el estudio crítico, la producción prevista -66 millones de kilowatios al año- supone el 0,5% del consumo eléctrico en el País Vasco y el cálculo sobre el abastecimiento energético debe rebajarse de las 100.000 personas estimadas en el plan de Eólicas de Euskadi S.A. a sólo 10.000. El informe de los expertos de la UPV descalifica también la evaluación de impacto ambiental. Las excavaciones, los accesos rodados, la maquinaria pesada, los propios aerogeneradores -40 en total, de 60 metros de altura (como referencia, la cruz del Gorbea mide 14)-, la línea de alta tensión necesaria y sus torres de apoyo ocasionarán un gran impacto. El plan pone en duda, afirman, los valores de relieve, vegetación, fauna y paisaje del emplazamiento que, sin embargo, figuran en sentido contrario en los inventarios del antiguo Icona y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Los autores dicen que el proyecto contradice también las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), perjudica los valles de Barrundia y Aránzazu y el santuario. Datos no válidos Las pruebas en Elguea empezaron a finales de 1995. Cinco estaciones de sensores han funcionado desde entonces, pero el estudio revela que sólo se han tratado los datos de una. Éstos se almacenaron cada diez minutos durante 8.061 horas, es decir, once meses. La media de velocidad del viento arrojada, que el plan da por buena y eleva a definitiva, fue de 30,6 kilómetros por hora. Los autores del estudio consideran "poco representativo" ese valor y ofrecen un contraste: en un observatorio tan fiable como el de Igeldo, en San Sebastián, la media del año más ventoso puede doblar la del menos ventoso, en una observación de diez años. El potencial eólico de Elguea sigue siendo una incógnita "mientras no se cuente con series notablemente más largas", aseveran. El método adoptado no es científicamente sostenible -con lo que los resultados carecen de legitimidad-, acusan, ni tiene la fiabilidad que cabe exigir "a un proyecto de tanta trascendencia medioambiental y económica". El período de once meses y las extrapolaciones realizadas a partir de él no son garantía para autorizar el proyecto. El plan de Eólicas para Elguea está aprobado desde el pasado 24 de febrero, en una orden de Ormazabal.