El Gobierno defiende en Bruselas la gestión de la celda de lindane de Loiu

Una delegación del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco defendió el pasado martes en Bruselas la buena gestión en la celda de lindane de Loiu, ya concluida. Mantuvo a iniciativa propia una reunión con la Dirección XI de la UE, que se ocupa de los asuntos medioambientales. En la reunión, adujo que los problemas de contaminación se han solucionado de la "mejor manera posible". La UE analiza una queja presentada por la falta de estudio de impacto ambiental en el proyecto.

La estimación inicial en la Dirección XI sobre la ausencia del estudio de impacto ha llevado a reaccionar rápidamente al Gobierno vasco. Como adelantó este diario, Bruselas considera "preocupante" que no se disponga del citado informe sobre la celda construida junto al aeropuerto de Sondika, un requisito que siempre ha sido calificado como innecesario por el departamento vasco de Medio Ambiente. En el seno de dicha Dirección de la Unión Europea se ha planteado que el Ejecutivo autónomo incumple la directiva 90/313 sobre la libertad de acceso a la información de materia de medio ambiente, que incluye la obligación del estudio de impacto. Según comentaron asistentes al encuentro, la delegación vasca, encabezada por la viceconsejera, Esther Larrañaga, incidió en que la zona del aeropuerto de Sondika se encontraba en una deficiente situación medioambiental y que era un problema de AENA (Aeropuertos Nacionales) y el Gobierno central. Añadió que era necesario solucionarlo y que cogieron "la patata caliente" y lo resolvieron "de la mejor manera posible". De igual manera, Medio Ambiente destacó que, a pesar de la falta del estudio de impacto, se han cumplido todas las medidas incluidas en este tipo de informes. "De primera mano" "Hemos pretendido que tuvieran de primera mano los criterios jurídicos que ha defendido el Gobierno vasco. Les informamos de todos los pasos, desde que AENA decidió hacer la obra de ampliación del aeropuerto. Vieron que la información pública ha sido positiva y que el proyecto es una mejora incuestionable", afirmó ayer la viceconsejera, Esther Larrañaga. Añadió que las obras realizadas en Loiu han consistido en "una medida correctora de un movimiento de tierras que no tienen concepción jurídica de residuo". Larrañaga reveló que ayer mismo recibieron la petición de la Dirección XI de la UE para la aportación de nueva documentación, por lo que auguró un proceso largo hasta que se tome una decisión. La intervención de la Unión Europea se inició a primeros de abril, después de recibir la queja de los vecinos de Loiu que, desde septiembre pasado, se movilizan contra la celda de lindane. El depósito almacena 110.000 metros cúbicos de tierras tóxicas y se ha sellado después de año y medio de trabajos. El Gobierno acometerá ahora el depósito de lindane de Barakaldo, que albergará en el área que ocupa un vertedero 300.000 metros cúbicas de tierras mezcladas con el pesticida.