La Guardia Civil espera la orden del juez para destruir el opio

La Guardia Civil ya sólo espera una orden del juzgado de Móstoles para iniciar la destrucción de las miles de adormideras que han florecido en la carretera de los pantanos (M-501). Los efectivos del instituto armado, que ayer recogieron muestras en la zona, están preparados, si así lo dispone el juez, para eliminar la plantación y evitar que se propague por la región.La eclosión de estas plantas, registrada en la zona del suroeste, supuso la apertura de una investigación por parte de la comisaría de Carabanchel, uno de cuyos agentes descubrió casualmente las amapolas y envió algunas muestras a la Comisaría General de Policía Científica para su análisis.

El resultado de esta pruebas, según la Jefatura Superior de Policía, determinó que se trataba de Papaver somniferum, la planta de la que se obtiene el opio. Las pesquisas también revelaron que la planta había crecido de forma silvestre tras la fuertes lluvias de la primavera.

Dado que la adormidera es, según la Policía, una planta sometida a control, el resultado de los análisis periciales fue enviado al juzgado de Móstoles para que decidiese si procedía a destruirlas. Este paso correspondería a la Guardia Civil, ya que la zona del hallazgo está fuera de la demarcación de la Policía Nacional.

El Instituto Nacional de Toxicología recordó ayer que estas plantas no crecen de forma espontánea en nuestro país ni tampoco con tal profusión como la registrada en esta primavera. "Si los análisis de la Policía son ciertos, y no tengo motivos para dudarlo, es algo muy raro que el opio crezca de forma tan extremadamente localizada y más siendo una variedad que no es común en nuestra zona", dijo un portavoz del citado instituto.

Peligro silvestre

"Luego, no olvidemos que de esta planta se saca el opio y esto entraña un peligro, por mucho que se diga que es silvestre. ¿O es que por ser silvestre ya no se puede extraer el opio de la Papaver somniferum?", añadió el portavoz del Instituto Nacional de Toxicología.El consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, en cambio, restó importancia al hallazgo de las adormideras y señaló que prefiere hablar del vino de San Martín de Valdeiglesias que de opiáceos. "Aunque estamos a la espera de los informes técnicos definitivos, según mis últimos datos no se trata de una especie protegida, y por esta razón no tenemos competencias para hacer una intervención específica desde el punto de vista medioambiental", dijo Mayor Oreja.

El consejero de Medio Ambiente recordó que la planta crece en muchos puntos de la región, por lo que su floración como consecuencia de las lluvias no es un tema novedoso. "A los alcaldes les digo que cuanto menos publicidad se dé al tema, más se irá apaciguando de forma natural", remachó Mayor Oreja.