Los almonteños utilizan métodos naturales para su fresón ecológico Un futuro "verde"
EMPRESAS» Agroecología DoñanaEn su pueblo, Almonte (Huelva), algunos - "incluidos gobernantes", dice- le tacharon de loco. Dejaba el negocio familiar de toda la vida, cultivos de secano de vid y olivo, y se embarcaba en una aventura que en la comarca sonaba a chino: la agricultura ecológica. A los padres de Juan Soltero aquello también les pareció "algo raro", pero no dudaron en prestarle "algo de dinero". Algún que otro crédito y una finca de tres hectáreas cedida por el Ayuntamiento fueron las bases sobre las que el empresario almonteño edificó, en 1992, Agroecología Doñana S. L. Si la aventura empezó con una producción de 70 toneladas de fresón ecológico -"nuestro producto estrella", indica Solte-ro-, seis años después han empaquetado 500 toneladas, amén de producciones menores de zanahoria, espárragos, patatas o calabacín en las que también se ha respetado el ciclo natural del cultivo y se ha evitado utilizar fertilizantes y plaguicidas químicos, agresivos con el medio. Pero a pesar de la evidencia, -una actividad en continuo crecimien-to- a otros propietarios de la zona les cuesta subirse al nuevo carro. En palabras del promotor de Agroecología Doñana, "cambiar el disco duro". Y es que aceptar la etiqueta ecológica supone ir contracorriente de los usos de la agricultura tradicional. "La cosecha en una hectárea de fresón ecológico viene a ser la mitad de la producción convencional", explica Soltero que señala otras diferencias: los fresones ecológicos son más pequeños y livianos y en el mercado tienen un precio que supera en un 20% al del fresón tradicional. La creciente demanda de productos verdes que ha permitido a la empresa prosperara sólo se explica desde un único parámetro: la calidad. Un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) avala la supremacía del fresón ecológico, que según el infome tiene más sabor, más brillo, más color, es más duro y huele más. El aroma que se cuela en las oficinas de Juan Soltero certifica los estudios de los científicos. "La agricultura ecológica es una tarea muy laboriosa", indica el empresario almonteño como preámbulo a una enumeración de los recursos que utilizan para sustituir a los fertilizantes al uso. "El 70% del alimento lo conseguimos de un compostaje de materia orgánica de gallinas, caballos y vacas de la zona". La dieta de los fresones se completa con platos tan dispares como algas marinas o sangre de toro. Productos, todos ellos, incluidos cumplen la normativa de la Unión Europea que regula los cultivos con etiqueta verde. Si sustituir las unidades de nitrógeno -las mismas que han ocasionado varios episodios de contaminación de acuíferos- con la que un agricultor fertiliza los cultivos tradicionales parece una tarea entretenida, los procedimientos utilizados para evitar los productos fitosanitarios o plaguicidas químicos rozan lo exótico. "La que más tememos aquí es la araña roja, pero la tenemos a raya con ácaros depredadores". Otros pequeños organismos capaces de llevar la devastación a enomes cultivos tienen en la Naturaleza enemigos de su tamaño, más efectivos y, sobre todo, menos agresivo con el producto que defienden. "Para la oruga tenemos el bacillus thuringiensis que crea una película en la hoja del fresón e impide que coma de ella", indica Soltero. Los propietarios -con Juan trabaja desde hace unos años otro hermano-, ponen en práctica los consejos del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica. Álgunos tan maquiavélicos como sembrar de llamativas flores el campo para atraer a las mariquitas, que se encargan ellas solas del pernicioso pulgón. Soltero supervisa el trabajo en la planta de tratamiento. Pasado el tiempo del fresón fresco, ahora las empleadas empaquetan las fresas que se dedicarán a mermeladas y conservas. La mayor parte de los clientes de su marca Bionest son extranjeros. El 95% de la producción se exporta fundamentalmente a Alemania, Austria, Dinamarca y Francia. El empresario almonteño visita a menudo las ferias llevando la marca Doñana a otros paises. "El consumo está ahora en un 2% de la producción tradicional", asegura Soltero que recalca la falta de información del consumidor nacional para explicar la debil respuesta del mercado español. Pero por iniciativa no va a quedar: "Ahora tenemos una planta de envase de productos ecológicos en Madrid con la marca Biomundi".Dirección Vicente Aleixandre, 10 21370 Almonte Huelva Empleos 125-130 Facturación 250 millones Producción Fresón, espárragos, patatas, zanahorias, melón El 95% de los productos se exporta a países europeos. Alemania y Francia son sus mejores clientes
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