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En el 2000 volverá a haber más nacimientos que muertes en el País Vasco

Naiara Galarraga Gortázar

Euskadi ha empezado a remontar en los últimos años la abrupta caída de la natalidad, que tocó fondo en 1990. Una proyección demográfica para el año 2000 realizada por el Instituto Vasco Estadística (Eustat) revela que dentro de dos años habrá 2.000 nacimientos más que fallecimientos. El consejero de Sanidad, Iñaki Azkuna, reveló este dato ayer en Bilbao al presentar el balance sobre el uso de la anestesia epidural en los partos.

Azkuna realizó un breve repaso de la evolución de la natalidad en Euskadi desde que en 1976 "se inicio la ruptura con respecto a las pautas demográficas del pasado". Es decir, decreció el número de mujeres con descendencia y el número de hijos por madre. Corría 1990 cuando el saldo vegetativo pasó a ser negativo -moría más gente de la que nacía-. El Eustat estima que en el 2000 morirán unas 18.000 personas y nacerán unos 20.000 bebés en Euskadi. Por tanto, el saldo vegetativo volverá a ser positivo, aproximadamente en un valor similar al de 1985. En 1994, por ejemplo, se registraron 15.000 nacimientos, según los datos aportados por el consejero de Sanidad. Como explicó Azkuna en conferencia de prensa, la "epidural no es ninguna novedad en el arsenal anestésico de la red de Osakidetza". Su estreno en el País Vasco fue hace 25 años en el Hospital de Cruces. Entonces, 864 mujeres, casi el 13% de las parturientas que dieron a luz en Cruces aquel año, eligieron este método de anestesia que palía el dolor en todas las fases del parto y resulta además el más inocuo para la madre y el niño. Con los años, la epidural ha ganado muchas adeptas. Hoy, este tipo de anestesia se utiliza en siete de cada diez partos que hay en hospitales de la red pública de sanidad vasca. Azkuna subrayó que ahora todos los hospitales de Osakidetza donde se atienden partos, Txagorritxu, en Álava; Alto Deba, Aránzazu, Zumarraga y Mendaro, en Guipúzcoa; Cruces y Basurto, en Vizcaya, ofertan la epidural. Cruces, donde en los últimos cinco lustros se han atendido 167.060 partos, es el centro que más a menudo utiliza esta técnica para paliar el dolor: casi en el 84% de los casos el último año. La edad y la cesárea El jefe del servicio de Ginecología de Cruces, Francisco Rodríguez-Escudero, trató de ahuyentar uno de los miedos a elegir esta anestesia. "La epidural no aumenta la realización de cesáreas". Si hace una década poco más del 10% de las parturientas que acudió a Cruces tuvo que parir mediante cesárea, el año pasado fue el 13%. No obstante, el responsable del departamento de Ginecología del hospital baracaldés atribuyó este incremento a "factores como el retraso de la edad de concebir". El consejero Azkuna ofreció datos concretos sobre ese retraso, influido sobre todo por la incorporación de la mujer al mercado laboral. En el bienio 75-76 la edad media de la maternidad en Euskadi era de 28,6 años. Tres lustros después, en 1990-1991, aumentó hasta los 30 años. El aumento de la natalidad y el que las mujeres tengan hijos a edad más avanzada dibuja "un panorama lleno de posibilidades y responsabilidades que están marcando las tendencias del futuro", según Azkuna. El consejero recalcó que "se ha incrementado la necesidad de llevar a cabo controles y seguimientos más exhaustivos tanto de la madre como del feto". De todos modos, la mortalidad de niños que pesan menos de un kilo o tienen menos de siete días de vida se ha reducido de modo drástico. Azkuna afirmó que en 1989 la tasa era de 9,45 de cada mil. Ocho años después se reducía al 6,26 por mil. El consejero aprovechó que su comparecencia pública versaba sobre maternidad para recordar que el embarazo es "un momento idóneo para modificar estilos de vida". Concretamente, se refirió al tabaco y al alcohol. Según sus datos, la mayoría de la embarazadas hace caso a su médico. Aseguró que la mitad de ellas deja el tabaco y otro 40% fuma menos. En el caso del alcohol son menos las dejan de beber, el 25%, pero muchas más las que lo hacen en menor cantidad, el 72%.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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