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La diócesis de Tarragona retrasa la creación de la región eclesiástica para la comunidad catalana

El arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, puso en evidencia ayer que su homónimo de Tarragona, Lluís Martínez Sistach, está retrasando la creación de la región eclesiástica catalana al no presentar en la Conferencia Episcopal Española (CEE) la preceptiva petición. Carles, junto al presidente de los obispos españoles, Elías Yanes, que asistía en Barcelona a una reunión de la comisión ejecutiva de la CEE, habló brevemente con los periodistas y matizó su pastoral sobre el aborto e incidió en el nivel de pobreza revelado por el informe de Cáritas.

La comisión ejecutiva de los obispos españoles se reunió ayer excepcionalmente en Barcelona, a invitación de Carles, miembro de la misma, queriendo así dar a entender que no existen roces entre la Iglesia catalana y la Conferencia Episcopal Española. "Hemos aceptado con mucho gusto la invitación", dijo Yanes, "pero sin duda supone mucha más complicación organizativa". A la reunión asistieron los arzobispos de Valladolid, José Delicado Baeza; Toledo, Francisco Álvarez; Madrid, Antonio María Rouco, y el obispo secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Asenjo. No asistió el arzobispo de Pamplona, Francisco Sebastián, también miembro de la ejecutiva. Poco después del mediodía, también de forma excepcional, Carles y Yanes respondieron a algunas preguntas de los periodistas. Al ser preguntado por la creación de una región pastoral catalana, sobre la que el Vaticano ya se ha mostrado favorable, Yanes respondió: "Los obispos catalanes aun no lo han pedido oficialmente, cuando llegue la petición formal no tendremos especiales dificultades, ya que se trata de una posibilidad prevista en el Código de Derecho Canónico". Carles, entonces, expresó su deseo de que el presidente de la Conferencia Tarraconense y arzobispo de Tarragona, Lluís Martínez Sistach, presente cuanto antes el borrador de la petición para remitirlo para su estudio a la CEE. Esta estructura jurídica significaría la unión de las ocho diócesis catalanas, para funcionar de forma autónoma en el seno de la CEE. La región eclesiástica estaría formada por dos arzobispados: Barcelona y Tarragona. Actualmente, seis de las ochos diócesis catalanas forman parte del arzobispado de Tarragona y, en cambio, Barcelona, la segunda más poblada de Europa, depende directamente de Roma. Fuentes eclesiásticas apuntan que la actitud del arzobispo de Tarragona podría deberse a su resistencia a perder los privilegios históricos que corresponden a su sede. Carles se quejó de la "doble moral entre lo que toca de cerca a la gente, como la familia, y lo que queda lejos, como el hecho de que haya pobres en nuestro país", en relación con la polémica producida tras su escrito en la hoja dominical sobre el aborto y al informe de Cáritas que revela la existencia de ocho millones de pobres en España. El arzobispo cree que sus declaraciones, "aunque fueron sacadas con pinzas", no pueden causar sorpresa porque "no se puede esperar de un cristiano el aceptar la muerte de los no nacidos". Esta afirmación, añadió, "no tiene que tomarse como un ataque a ningún grupo democrático".

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