La rapaz ecológica

Esta rapaz es tan ecológica que hasta limpia los terrenos que los humanos han ganado para los cultivos. Pero es un pájaro que tiene el cenizo. Por eso, la colonia de aguiluchos cenizos ha descendido en Europa de 6.000 a sólo 1.000 parejas en las últimas tres décadas. O al menos ésta es la conclusión a la que se llega en un estudio de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía desarrollado entre los años 1995 y 1997 por tres naturalistas de Cádiz y que acaba de ser presentado en el Centro de Recuperación de Aves (CREA), radicado en El Puerto de Santa María. El informe advierte sobre las consecuencias que la disminución de la población de este ave está teniendo en la economía agraria andaluza, ya que el aguilucho cenizo es conocido en los medios rurales por la gran ayuda que presta al mantenimiento de las cosechas de cereal. En la temporada de cultivo, cada ejemplar de esta colaboradora rapaz consume una media de 530 insectos, 335 pequeñas aves, 54 roedores y 40 reptiles que atacan las cosechas. Eso si llega a su destino, tras saltar de continente. El aguilucho cenizo cruza el Estrecho de Gibraltar cada mes de marzo procedente de África. A su llegada a la costa gaditana encuentra cables de alta tensión que originan las primeras mortandades. Los cazadores furtivos y la pérdida de suelo agrícola hacen el resto. La Administración andaluza asegura haberse puesto "manos a la obra" y viene desarrollando, en coordinación con la Compañía Sevillana de Electricidad, una campaña de modificación de los tendidos eléctricos en alta, "al objeto de no interferir el paso de las rapaces itinerantes, ni de las águilas que quedan en la provincia de Cádiz". El suelo gaditano no sólo es importante como zona de paso de esta rapaz hacia climas más benignos. El nuevo estudio ha venido a confirmar que las campiñas de Jerez y las tierras del Campo de Gibraltar son reservas de crianza de esta especie. En la última temporada, unas 270 parejas establecieron su residencia temporal en el territorio de Cádiz para anidar y alimentar a las nuevas crías. Este hecho provoca que el CREA de El Puerto reciba cada año un significativo número de aguiluchos cenizos que han sufrido los efectos nocivos del hombre. En la instalación, los técnicos de la Junta de Andalucía se ocupan de curar a los ejemplares heridos y alimentarlos antes de permitir su vuelo de nuevo en libertad. Algunos no lo consiguen. Las características de este centro, que recibe cada día ejemplares tiroteados o envenenados de las más diversas especies de toda la provincia, ha originado la curiosidad de los colegios de la zona. Desde su apertura, en enero de este año, unos 2.000 escolares han tenido oportunidad de conocer en persona a rapaces protegidas en un entorno apto para la actividad docente, con lo que la labor de concienciación "está resultando especialmente provechosa", según los técnicos del centro. El CREA pretende seguir desarrollando esta doble tarea de protección y fomento del medio ambiente, y por ello sus puertas "están abiertas diariamente a los visitantes particulares o a las instituciones interesadas en nuestra labor". El centro se encuentra en el Pinar de las Dunas de San Antón, en El Puerto. El único requisito obligatorio es el de concertar previamente la vista al teléfono 956 54 38 13.