Medina del Campo evoca el viejo esplendor comercial de Castilla

La antigua iglesia de San Martín de Medina del Campo (Valladolid) exhibe desde el día 4 la exposición Mercaderes y cambistas, que pretende dar a conocer la proyección nacional e internacional que tuvieron las ferias y mercados de esta villa en los siglos XV y XVI. La muestra incluye 70 piezas, entre ellas obras de gran valor artístico como sedas y encajes castellanos y flamencos, tapices de Flandes, piezas de la mejor platería o libros impresos en las tipografías medinenses en el siglo XVI.

Además, hay esculturas y pinturas de maestros castellanos, flamencos, italianos y de otras procedencias, como Juan de Juni, Pantoja de la Cruz, Marcellus Coffermans o Ambrosius Benson, creadores que tuvieron relación con las ferias y mercados de esta localidad vallisoletana.Al margen del aspecto artístico y cultural, la exposición Mercaderes y cambistas tendrá otra línea argumental, dedicada a la banca de la época, con el mercader banquero Simón Ruiz Envito como principal protagonista. En esta parte de la muestra se podrán contemplar, además de piezas relacionadas con personajes de ese tiempo, una selección de importantes documentos históricos, entre los que se encuentran la que se considera como la primera letra de cambio, que pondrán de manifiesto el carácter internacional de aquellas grandes reuniones feriales.

La muestra, según su comisario, Antonio Sánchez del Barrio, marca el comienzo de un proyecto museográfico permanente para recordar los encuentros que desde lo comercial derivaba en lo artístico durante el paso de los tiempos medievales a los modernos.

Medina del Campo, uno de los más importantes centros de contratación de tapices, sobre todo procedentes de los cotizados talleres flamencos de Bruselas, Brujas o Amberes, también destacó entre los siglos XV y XVI por las obras de sus plateros e imagineros. Atraídos por el primer centro financiero de la corona, los maestros artesanos se desplazaban hasta la villa para recoger los beneficios que se producían en Medina del Campo. Al estar situada en un punto estratégico de la ruta de la lana hacia el Atlántico, la localidad donde murió Isabel la Católica atrajo para sí a un gran número de mercaderes que muchas veces se convertían en mecenas de los artistas.

En Mercaderes y cambistas se puede contemplar de cerca, entre otras muchas obras, el retablo de la Virgen del Pópulo, una imagen que desde un balconcillo plateresco en la fachada de la Colegiata servía para oficiar la misa que iba dirigida a los mercaderes, sin que éstos tuvieran que abandonar sus puestos en la plaza. La exposición, que se clausurará el próximo 5 de julio, también contará con una edición facsimilar del anónimo Vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, impreso en Medina del Campo por los hermanos Del Canto en 1554, y que fue descubierto en 1992 en el municipio extremeño de Barcarrota.

Además se podrá contemplar un encaje de oro y plata atribuido a Santa Teresa de Jesús y cedido por las monjas carmelitas, pieza emblemática del encaje castellano. La exposición está organizada por el Ayuntamiento de Medina del Campo, Caja Duero y la Diputación de Valladolid.