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Los restos de Potasas de Navarra

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La Agencia Industrial del Estado financiará con 2.673 millones de pesetas el programa de recuperación medioambiental de seis enclaves afectados por la actividad minera de la empresa pública Potasas de Subiza (antes de Navarra), cerrada el pasado año. Entre todos esos espacios se encuentra la balsa de lodos más extensa de Navarra, el denominado vaso de Zolina, ubicado a diez kilómetros de Pamplona, en el valle de Aranguren, y que durante más de 30 años fue utilizada como depósito de lixiviados de las cercanas minas de potasa. El Gobierno de Navarra auspicia un proyecto para recuperarla y construir en sus orillas una moderna ciudad bioclimática de 811 viviendas que se autoabastecerá de energías renovables. De momento, una empresa pública, Navarra de Medio Ambiente Industrial, ha adquirido la balsa y sus riberas (1,8 millones de metros cuadrados) por mil millones de pesetas. Para devolver la vida a la balsa, cuyas aguas y suelos circundantes presentan altas dosis de salinidad, se realizó ya un estudio previo por encargo de Potasas de Subiza. Se plantea lavar parte de los lodos mediante ciclos de renovación del agua y recuperar las zonas donde aquéllos tienen menor espesor y humedad agregando productos inertizantes como cemento y cal. Una escollera separará los lodos recuperados de la lámina de agua. Para recuperar, entre otras, la balsa de Beriáin-Salinas, el Gobierno navarro suscribió un convenio con los contratistas navarros de obras públicas con un objetivo doble: por un lado, controlar la aportación selectiva de escombros y tierras, y por otro revegetar terrenos contaminados. El presupuesto de la experiencia asciende a 650 millones de pesetas. Lagos salinos Otra balsa de origen minero es la que la empresa Magnesitas tiene la localidad de Zubiri. Recoge materiales inertes procedentes de la extracción del magnesio. En un futuro inmediato, la tecnología permitirá reutilizar parte de los estériles almacenados en ella. Las organizaciones ecologistas y medioambientales Anat-Lane y Landazuría, miembros de la CODA, han exigido al Gobierno de Navarra la urgente descontaminación de las balsas de agua y lodos salinos de Potasas. Ambas organizaciones aseguran que dichas balsas "almacenan más de 18 millones de metros cúbicos de agua y lodos contaminantes, cantidad bastante más alta que la vertida en Doñana". Aunque según la empresa, no existe riesgo de rotura de los diques de ambas balsas, Anat y Landazuria advierten sobre lo que podría ocurrir "si esas aguas y lodos saturados al 100% en sales y con niveles de otros contaminantes por encima de lo permitido se vertieran sobre la cuenca del río Arga y los campos adyacentes".

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El Gobierno considera que sólo hay riesgos en una de las 83 balsas mineras existentes en Euskadi
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