Investigado por un fraude inmobiliario un sindicalista de la policía de Málaga
Un juzgado de Málaga investiga la posible relación de José Guerrero Cámara, secretario provincial de la Unión Federal de Policías (UFP), y de José Moralo Cruz, ex delegado sindical, con el presunto fraude de la cooperativa Epsylon, con sede en Zaragoza. La policía abrió en julio una investigación para dar con el paradero de 140 millones que 35 cooperativistas -casi todos afiliados al sindicato- pagaron por una promoción en Rincón de la Victoria, que comenzó a finales de 1992 y de la que no se había puesto ni un sólo ladrillo cuando en 1995 suspendió pagos. Ninguno está imputado. La investigación fue realizada por la Brigada de Delincuencia Económica de Málaga después de que 30 de los afectados (entre ellos Guerrero y Moralo) se querellasen en enero de 1996 contra el comité directivo de Epsylon. Guerrero ingresó en sus cuentas, según el informe, 5,830 millones entre febrero de 1992 y octubre de 1995, entre ellos 1,6 millones que provenían de Lomarcar, la sociedad gestora de Epsylon que se nutría económicamente de la cooperativa; tres millones de Euroestrada, la mercantil que vendió los terrenos en Rincón de la Victoria y un millón de Francisco Ortiz Aparicio, ligado a la constructora que contrató Epsylon. Guerrero reconoce haber percibido 1,6 millones de Lomarcar por "gastos y honorarios" por las gestiones, concepto que los cooperativistas aseguran desconocer y que los estatutos prohibían. Además, sostiene que de esa cantidad, 300.000 pesetas fueron a parar a Francisco Moralo Cruz, entonces delegado de la UFP en Málaga. Guerrero admite también haber cobrado "una comisión por la venta del solar" de Euroestrada, pero no de tres millones, como dice el informe, sino de uno porque el resto, según dice, lo dividió con Moralo y Ortiz Aparicio. Moralo lo niega de forma tajante. Moralo -que, según la investigación ingresó 5.285.575 pesetas entre diciembre de 1993 y octubre de 1994- admite haber percibido "tres millones y pico" con los que Lomarcar le saldaba los pagarés a nombre de su mujer. De ese dinero, sólo 1.124.500 pesetas figuran en el informe. Moralo niega haber recibido más dinero. Guerrero reconoce haber firmado "por ignorancia" cheques por 30 millones procedentes de la cuenta del crédito hipotecario de los cooperativistas y que fueron a parar a Lomarcar y, posteriormente, a sociedades en las que participaban Francisco López Antonio y José Lahuerta Marco, presidente y vicepresidente de Epsylon.
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