Farreres niega que haya favoritismo con los fondos de formación y amenaza con revelar ayudas al PSC
No hay favoritismo con los fondos que reparte el Departamento de Trabajo para formación. Las ayudas llegan a empresas de algunos militantes de Unió Democràtica (UDC), pero también a militantes de otros partidos propietarios de empresas en este sector. Así lo afirmó ayer el consejero de Trabajo, Ignasi Farreres, que se brindó a presentar los datos de militantes socialistas cuyas empresas reciben ayudas, así como de fundaciones y ayuntamientos controlados por el PSC. Este partido interpelará al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, según declaró ayer Joaquim Nadal.
El consejero de Trabajo, que también es secretario general de UDC, acusó al PSC de organizar una campaña de desgaste de su departamento "con malas artes" e invitó a los socialistas a llevar ante los tribunales sus afirmaciones de que hay irregularidades en las subvenciones para formación de parados y reciclaje de trabajadores. Estas ayudas ascendieron a 23.500 millones de pesetas el año pasado y se utilizaron en la realización de 11.032 cursos de formación ocupacional, a los que asistieron 152.923 alumnos. Algunas empresas de dirigentes de Unió y dos fundaciones controladas por militantes del partido han recibido parte de estas ayudas. Farreres dijo: "No se puede negar a nadie el derecho a acudir a convocatorias públicas. Existen muchas fundaciones que actúan en el ámbito de la formación y encontraríamos militantes de todos los partidos en estas listas". Asimismo se ofreció a dar al Parlament la relación de ayuntamientos, fundaciones y empresas de militantes socialistas que han recibido ayudas para formación. "Sé que hay algunas ligadas a socialistas porque ellos nos lo han dicho cuando nos han venido a ver para pedir fondos", explicó Farreres. El consejero cargó contra el PSC, al que acusó de tener un "mal estilo de hacer política" y de haber orquestado "una campaña política de desgaste del departamento y de los partidos que forman el Gobierno de la Generalitat", es decir, de CDC y de UDC. Lluís Gavaldà, director general de Ocupación, afirmó: "Algunos no pueden soportar que nuestro sistema de intermediación funcione mucho mejor que el que ellos gestionaron durante muchos años. Ahora comunidades autónomas de gobiernos socialistas, como Andalucía, copian nuestro sistema". Farreres explicó que Trabajo ha denunciado ante la fiscalía a las empresas del Grupo Méndez por no haber justificado partidas de dinero recibidas para formación. Según Trabajo, este grupo no ha justificado ayudas por unos cien millones, por lo que el departamento se las retiró el año pasado. Los socialistas siguen acusando al departamento de amiguismo en el reparto de las ayudas. El presidente del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, afirmó ayer que su grupo presentará una pregunta y una interpelación sobre este tema al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El diputado del PSC Josep Maria Rañé dijo que se impone un cambio de modelo en la distribución de los fondos de formación, "porque no hay criterios y se reparten de forma discrecional". El dirigente de UDC Domènec Sesmilo, presidente de la fundación CEEFT, que ha recibido fondos de Trabajo, declaró ayer: "Los democristianos tenemos el mismo derecho que las fundaciones vinculadas a UGT y CC OO a recibir subvenciones, dejando bien claro que nosotros recibimos mucho menos y con total transparencia". El consejero de Trabajo aseguró, además, que el Grupo Méndez ha emprendido una campaña contra su departamento y ha lanzado "infundios", además de dirigirse a él en términos "conminatorios" para pedirle "1.000 millones de pesetas en subvenciones en lugar de los 286 millones que han recibido". Farreres también señaló que se investiga al centro CEI por unas supuestas irregularidades denunciadas por dos alumnos que figuraban como receptores de cursos a los que no asistieron. El consejero admitió que cuatro personas del grupo denunciado a la fiscalía se afiliaron a Unió para mantener las ayudas al Grupo Méndez. "Pero el carnet no da derecho a nada", dijo Farreres, y advirtió a los que piensan así: "Que se desengañen, que aquí no se funciona así". Farreres admitió conocer la queja de una empresa a la que el Forcem daba el doble de ayudas que la Generalitat y la justificó por el rigor de Trabajo en la concesión de fondos.
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