Coplas para los nazis
Con una gran toalla roja enroscada en la cabeza y un albornoz de color rosa, Penélope Cruz huele a leche. Acaba de salir de la bañera. Antonio Resines, vestido de traje, se le ha echado encima en plena efusión amorosa y termina la escena chorreando. Macarena Granada, tonadillera y reina de los dramas musicales, se baña en leche en el Berlín nazi de 1938. Entre toma y toma, una resistencia calienta el líquido mientras Penélope Cruz comenta su personaje con el director de la película.Fernando Trueba, ganador de un Oscar por Belle époque, rueda en Praga La niña de tus ojos. El cineasta ha vuelto a un reparto español después de la experiencia de Two much, una comedia cuyo éxito no se correspondió con el esfuerzo de haber trabajado con figuras de Hollywood. «Lo que complicó aquel rodaje fue América y los problemas específicos de su industria y el sistema de estrellas», dice durante una pausa. «Aunque aquella producción nos dio muchas tablas, La niña de tus ojos es un proyecto mucho más complicado por el número de personajes: a veces miro por el objetivo y veo hasta 10. Eso es lo que más me asusta. ¿Voy a saber hacer una película con tantos personajes?».
Existen bastantes posibilidades de que la respuesta sea sí, a juzgar por los días de rodaje que esta semana se han sucedido en el hotel Europa de Praga, un bello y desconchado edificio estilo Secesión (el art-decó vienés). Técnicos checos que no entienden los diálogos acaban riendo por el sentido cómico que las escenas transmiten, y en el equipo de actores domina ese espíritu que aproxima el trabajo al simple juego.
Fernando Trueba se siente orgulloso de un elenco que incluye también a Jorge Sanz, Santiago Segura, Rosa María Sardá, Loles León, Neus Asensi, Jesús Bonilla, María Barranco y Juan Luis Galiardo. «No he buscado sólo actores idóneos, sino también personalidades del cine», afirma. «Estoy muy convencido con el reparto, así que si algo falla será culpa mía».
En 1938, en plena guerra civil, una troupe de actores del bando nacional es enviada a Berlín a rodar en los estudios de la UFA. Filmarán una doble versión, alemana y española, del musical de ambiente andaluz La niña de tus ojos, que profundiza en la colaboración entre Franco y Hitler. Esta audaz idea de guión, original de Carlos López y Manuel Ángel Egea y reelaborada por el propio Trueba, su hermano David y Rafael Azcona, se apoya en una base histórica. «El proyecto, pese a todo, nunca ha tenido nada que ver con Imperio Argentina», explica el director en referencia a las acusaciones de la artista de que se está llevando al cine su vida sin pedirle permiso. «En aquella época también rodaron en la Alemania nazi, además de ella, Estrellita Castro y Raquel Rodrigo. La canción Los piconeros, que Imperio Argentina canta en Carmen la de Triana, es lo único que tiene que ver con ella. Podía haber elegido cualquier otra, pero he escogido ésa porque me divierte».
Hitler, que citaba Nobleza baturra entre sus películas favoritas, quiso que le presentaran a Imperio Argentina y ésta memorizó una frase en alemán para salir del paso en presencia del dictador. En la película de Trueba, sin embargo, el puesto de Hitler es ocupado por Joseph Goebbels, el ministro nazi de Propaganda. Goebbels, interpretado por el actor alemán Johannes Silberscheider, se enamora de Macarena Granada. Una vez más, la ficción tiene fondo real. «Al igual que nos hemos inspirado en la utilización de prisioneros gitanos de un campo de concentración como extras en la película de Leni Riefesthal Tierra baja, nos hemos servido del idilio de Goebbels, que era un mujeriego, con la actriz checa Lida Barova», comenta Trueba. «Ella fue el gran amor de su vida, y Goebbels llegó a presentar su dimisión a Hitler y pedir la Embajada de Japón. Como respuesta, Hitler la puso en la frontera. A partir de ahí, en sus diarios, Goebbels va volviéndose cada vez más loco. Lida Barova acabó rodando en España en los años cincuenta y trabajó con Fernando Fernán-Gómez en Viaje de novios».
A Fernán-Gómez y Berlanga, por su capacidad para filmar películas corales, Trueba dice deberles parte de la inspiración en La niña de tus ojos: «Son mucho más difíciles los protagonismos colectivos que el individual, y es más difícil la comedia que el drama. Pero no me arrepiento de estar aquí porque, entre otras cosas, me divierte este grupo».
El equipo gira en torno a Penélope Cruz, que habla en la película con acento andaluz -«he viajado al sur y he hecho que varios andaluces me grabaran las frases»-. La actriz, de 24 años, acaba de rodar con Stephen Frears Hi-lo country, junto a Woody Harrelson y Patricia Arquette -«el primer día no quería salir de mi cuarto de puro miedo, pero gané confianza al darme cuenta de que la única diferencia estaba en la magnitud de la producción, no en las personas, que me ayudaron mucho»-.
Cruz explica que se sintió atraída por el personaje de Macarena hace cuatro años. «Mi amigo Luis Alegre me contó la historia que preparaba Trueba y me dio un vuelco el corazón. Sabía que la tenía que hacer yo», asegura.
Vestida con una elegante bata amarilla, Cruz rueda casi todas las escenas escoltada por Trini (Loles León), que interpreta a la tata de la tonadillera. León ha obtenido algunas pautas para su papel de un rodaje con Isabel Pantoja, que siempre acudía acompañada por su madre, «una mujer estupenda y de gran corazón que se desvivía por ella».
Y si Trini se encarga, entre otras cosas, de «sacarle los moscones» a Macarena, el galán fascista Julián Torralba, interpretado por Sanz e inspirado en Jorge Mistral y Alfredo Mayo, tiene que quitárselos por sí solo. Sus pretendientes son un actor ario de la UFA y Donato Castillo, un director artístico interpretado por Santiago Segura, despojado de su feroz aspecto habitual por una peluca. En una de las escenas, Sanz grita indignado: «¡Blas!, te lo advierto, como ese tío pase a mayores le rompo la cara de una hostia».
La escena transcurre junto a la refinada escalera decó del hotel Europa, en el que se ruedan los enredos de habitación. Antonio Resines y Jorge Sanz se mueven por los pasillos -a veces trajeados, otras en pijama-, mientras salen y entran de las alcobas de las actrices. Tanto Resines -que considera un hallazgo situar a unos cómicos españoles «en el entorno de barbarie y salvajismo de los nazis»- como Sanz y el resto del equipo comparten el entusiasmo. «Estamos haciendo un peliculón», exclama Sanz, que ve cómo por primera vez gira en torno a él el peso de una obra tan compleja. «En la comedia es muy raro el equilibrio de los tonos, y no se tiene que notar que la estás haciendo porque, si no, dejas de ser gracioso», apunta.
Los estudios Barrandov, que se conservan como en los años treinta, han motivado el desplazamiento del equipo a la capital checa. Con un presupuesto de 900 millones de pesetas, producción de Andrés Vicente Gómez, Cristina Huete y Eduardo Campoy, y con Javier Aguirresarobe en la dirección de fotografía, la película incluye escenas de hasta 200 figurantes que recrean sucesos antijudíos ocurridos en Berlín, como la noche de los cristales rotos.
Ante esos actos de horror, la confiada troupe española comienza a dudar de la propaganda franquista respecto a Alemania. «La mirada», concluye Trueba, «es de comprensión hacia estos personajes de la farándula a los que les ha pasado la historia por encima».
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