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Paliar el daño en el acuífero de Doñana precisa medidas que no se están tomando

Los técnicos denuncian defectos en la recogida de lodos por falta de dirección cualificada

Entre cinco y diez pozos conectados con el acuífero 27, que nutre al Parque Nacional (el corazón) de Doñana, están contaminados por los vertidos de la presa de Aznalcóllar, debido a que las aguas ácidas y los lodos rebosaron sus bocas. Esta contaminación se extenderá lenta pero irremisiblemente por el acuífero a menos que se tomen dos medidas urgentes: limpiar los pozos tóxicos y abrir otros nuevos para succionar el agua ácida hacia la superficie. Ninguna administración ha tomado esas medidas. Ésta es la principal conclusión de los técnicos en aguas que mejor conocen el sistema hídrico de Doñana.

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La comisión de coordinación ante el desastre de Doñana -ocurrido el pasado 25 de abril al romperse la presa de Aznalcóllar y derramar cinco millones de metros cúbicos de agua y lodos tóxicos- ha reconocido la contaminación en cuatro pozos conectados con el sistema de aguas subterráneas del Parque Nacional de Doñana, el acuífero 27.Además, el principal río contaminado, el Guadiamar, también está conectado con el acuífero.

Pero la versión oficial resta importancia a esos dos hechos debido a que el flujo de agua se desplaza desde el acuífero hacia los cauces, y no al revés, por lo que se considera muy improbable que el río y los pozos contaminados afecten a las aguas más profundas.

Sin embargo, esa regla tiene numerosas excepciones en Doñana, según los técnicos. La razón es que muchos agricultores obtienen su agua del acuífero mediante pozos. El acuífero compensa esa pérdida chupando agua de los cauces, y esto invierte la situación normal: el flujo procede ahora desde los cauces hacia el acuífero, y lo contamina.

Los técnicos no creen que esta situación sea alarmante, porque el flujo de aguas subterráneas es muy lento (entre uno y cinco metros por día, según la zona). Pero el proceso, por muy lento que sea, es inexorable a menos que se abran nuevos pozos y se bombee el agua contaminada para recogerla y depurarla en la superficie, algo que nadie está haciendo hasta el momento.

Además, los cinco o diez pozos contaminados por la boca deben limpiarse directamente, y esto tampoco se está haciendo. La operación no requiere grandes inversiones ni reviste grandes dificultades. Basta con bombear hacia la superficie las aguas ácidas, y luego depurarlas, al igual que se va a hacer con las aguas contenidas por los diques de emergencia.

Daños en suelo fértil

Los mismos técnicos denuncian también que los lodos tóxicos se están recogiendo de forma deficiente y descuidada en muchos casos.Para limpiar una capa de lodo de menos de dos centímetros, las máquinas están removiendo los terrenos hasta 20 o 30 centímetros por debajo de los contaminantes: un daño a los suelos fértiles que puede tardar decenas de años en repararse.

Los trabajos de recogida de lodos necesitan un equipo de dirección técnica, según los expertos, que instruya y supervise a los trabajadores. No es necesario que los peones estén especialmente cualificados, pero sí que sigan cuidadosamente las instrucciones de unos supervisores que conozcan a fondo el terreno y las técnicas. Si el Ejército acaba por intervenir en los trabajos, la necesidad de esta supervisión será aún más acuciante.

La recolección de las cosechas en las fincas afectadas también está planteando problemas. Los empleados contratados por Boliden para acometer esta tarea en el primer tramo del cauce del río Guadiamar no pudieron acceder ayer a las propiedades, en contra de lo que se había previsto.

Las asociaciones agrarias advirtieron ayer de que hasta que no haya un acuerdo con la empresa sobre el monto total de las compensaciones no aconsejarán a sus asociados iniciar la recogida de las cosechas. Y la mayor parte de los propietarios siguió sus consejos. Sólo en algunas fincas, como El Vicario, en el término municipal de Aznalcóllar (Sevilla), se empezaron a coger los frutos maduros de los árboles para transportarlos a la antigua corta de Aznalcóllar. Las diferencias entre agricultores y empresa vienen por el aumento de hectáreas peritadas en relación a la previsión inicial de Boliden (2.100 hectáreas dañadas y poco más de 1.000 millones de pesetas en indemnizaciones).

Nuevas negociaciones

Fuentes de la empresa precisaron que esperarán al informe de los peritos para entablar nuevas negociaciones con los representantes de los propietarios. Por su parte, la asociación agraria Asaja indicó que si Boliden no hace frente a todas las compensaciones reclamará a las administraciones que cubran la diferencia.Las consejerías de Medio Ambiente y de Industria negaron ayer que se haya abierto expediente alguno a Geocisa, frente a algunas versiones en ese sentido. Esta empresa elaboraba los informes sobre la balsa siniestrada para Boliden y la consejería de Industria. En uno de ellos concluía que la instalación era segura, a pesar de que los instrumentos para medir movimientos en las paredes, los inclinómetros, estaban sucios.

«El consejero de Medio Ambiente sólo dijo que Industria estaba pensando la posibilidad de abrir un expediente administrativo», precisaron fuentes de la Consejería Medio Ambiente para rebatir las informaciones acerca de la apertura de dicho expediente.

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