Mal residuo, buen combustible
El desparrame de neumáticos en vertederos o en zonas incontroladas es una estampa en vías de desaparecer. Lo que es un mal residuo se ha revelado como buen combustible: las ruedas de vehículos troceadas son un perfecto sistema de alimentación para las empresas cementeras. Por ello, la pasada semana inició su actividad continuada en Zamudio la primera planta de reciclaje de estos materiales en toda España, que este mismo año prevé reutilizar la tercera parte de las 15.000 toneladas de cubiertas usadas que ahora quedan depositados en los vertederos vascos. La búsqueda de una solución al almacenamiento de los neumáticos surgió por su deposición incontrolada y especialmente por la existencia de una directiva europea que en un plazo de dos años impide el vertido. El aprovechamiento de las cubiertas se realiza en doce países europeos, en los que durante 1997 se reciclaron medio millón de toneladas de neumáticos en desuso. Las dos empresas cementeras vascas -Cementos Lemona y Financiera y Minera- han promovido todo el proyecto, en colaboración con el departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco. "Ha sido un largo proceso, porque empezamos en 1988 con la construcción de un horno, que lo pusimos en marcha en 1991", revela Nicolás Gaminde, director de Cementos Lemona. Experiencia-piloto Hace dos años comenzó una experiencia-piloto con el fin de analizar el comportamientos de los hornos que fabrican el cemento. Los resultados fueron óptimos: el horno no presentaba problemas, la materia prima resultante tenía buena calidad, el zinc y otros metales pesados de las ruedas desaparecían casi por completo y las emisiones a la atmósfera incluso bajaban respecto a otros combustibles como el carbón de cock y el fuel-oil. En mayo de 1997 se constituyó Neuciclaje -participada por las dos cementeras, la principal distribuidora de neumáticos y una ingeniería-, que se encarga de recoger estos residuos, trocearlos -así es como van al horno de la cementera- y enviarlos a las empresas. Las pruebas se han prolongado hasta la semana pasada, cuando la actividad ya se ha estandarizado. "En 1997 -dice Gaminde- quemamos 2.200 toneladas. La previsión es que lleguemos este año a 5.000 y que en 1999 el problema de los neumáticos quede eliminado". Esta solución vendría determinada por el reciclaje en las cementeras del 75% de las ruedas usadas, mientras que el 25% de las restantes podrán ser recauchutadas. Todo este sistema de reutilización está pendiente de regularse por ley. El director de Calidad Ambiental del Ejecutivo vasco, Tomás Epalza, señaló que la normativa estará preparada este año "para que el próximo año ya no se puedan verter neumáticos". La planta de Zamudio se ha adelantado a otros proyectos existentes en España, como en Jerez, Cataluña, Galicia o Castilla-León.
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