El Ayuntamiento de Leioa aplaza hasta el próximo año el derribo del edificio del frustrado hospital

El Ayuntamiento de Leioa aplazará hasta el próximo año el derribo del edificio del hospital construido hace 20 años y que nunca llegó a ponerse en funcionamiento. La corporación esperará para demoler el deteriorado inmueble situado bajo el campus del la UPV a la aprobación del plan general del municipio, prevista para principios de 1999, y a la resolución del conflicto jurídico con la propiedad del solar, el Banco de Crédito Hipotecario. "Creemos que el año que viene se podrá derribar", afirma el teniente de alcalde y responsable de Urbanismo, José Manuel Urbieta.

La ruinosa construcción es un caso singular de edificio público inacabado en Vizcaya. Su ubicación en el acceso al campus de la UPV recuerda constantemente el proyecto frustrado de habilitar allí el hospital de la Margen Derecha. La licencia de obra se concedió en 1976 pero no llegó a concluirse, al desbaratarse los planes del Hospital de Basurto -que expropió los terrenos de Leioa- para trasladar allí sus viejas instalaciones y vender el solar que ocupa en Bilbao, según revelan fuentes municipales. El problema estuvo en que las familias de los mecenas que propiciaron la construcción de Basurto exigieron compensaciones si el solar se dedicaba a otros fines. Ante la fallida inversión realizada, Basurto hipotecó el inmueble en 1982 para conseguir un crédito que no amortizó. La consecuencia fue que, por el impago, la propiedad pasó al Banco de Crédito Hipotecario (BCH). El contencioso actual se mantiene con la entidad bancaria, que se resiste a la declaración de caducación de licencia decretada por el Ayuntamiento. Con esta decisión la corporación de Leioa pretende posibilitar la demolición de las instalaciones. "Buscamos seguridad jurídica. Daremos caducidad a la licencia de obras porque han pasado 20 años y como paso previo a que se califique la zona como fuera de ordenación", señala el teniente de alcalde José Manuel Urbieta. Reconoce, no obstante, que el recurso planteado por el BCH acarreará demoras. Sin embargo, condiciona el inicio del derribo a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, a principios del próximo año. "Luego, creemos que se podrá derribar". La demolición y desescombro del hospital abandonado costará cerca de 100 millones y, si se rechaza el recurso, correría a cargo de los propietarios. El Ayuntamientoo se ha mostrado dispuesto a asumir inicialmente el costo de la operación y pasar después la factura al BCH. El solar está ahora catalogado como suelo urbanizable no programado y la única decisión existente es que no se construyan viviendas. "Ahora no hay interés en hacer nada. Sólo queremos preservarlo para que no surja otro barrio aislado del municipio. A partir de ahí estudiaremos cualquier propuesta interesante". Desde la década de los 80 el edificio ha sufrido constantes robos de materiales de construcción y sus malas condiciones han ocasionado incluso accidentes mortales. Ningún proyecto de uso alternativo ha cuajado y el esqueleto arquitectónico sigue allí, 20 años después.