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El palacete Abadal, convertido en sede del grupo financiero Fibanc

El grupo Fibanc ha reformado el palacete Abadal, en la Diagonal de Barcelona, para convertirlo en la sede de esta entidad, definida por su presidente como el "primer banco personal independiente". En la rehabilitación de la casa Abadal se ha conservado el estilo que le imprimió en 1927 el arquitecto Albert Florensa, una de las figuras relevantes del noucentisme. Este palacete fue la residencia de la familia Abadal, que lo vendió hace unos años al hotelero Joan Gaspart, y Fibanc lo compró a éste. Tras las obras, el edificio tiene 5.000 metros cuadrados.

El presidente de Fibanc, Carles Tusquets, señaló ayer que este banco, nacido hace 15 años, "ha significado una apuesta ganadora por los fondos de inversión y a partir de este momento quiere, además de administrar fondos de sus clientes, atender las necesidades de financiación de las empresas catalanas". Fibanc, administra en la actualidad patrimonios por valor de 200.000 millones de pesetas, cuenta con 17 oficinas en España y una en Latinoamérica, y tiene unos recursos propios de 4.000 millones. El presidente de la Generalitat. Jordi Pujol, que participó ayer en la presentación del palacete reformado por Fibanc, advirtió que el déficit del sector financiero de Cataluña es uno de los puntos más débiles de la economía catalana y animó a empresarios y financieros a emprender iniciativas que mejoren esta situación. "Un país no acaba de ser completo si no tiene instrumentos y mentalidad financiera aparte de la industrial", dijo Pujol. El presidente de la Generalitat recordó que Carles Tusquets es el nieto del fundador de la Banca Tusquets, una de las entidades familiares que hace más de un siglo formaron el llamado grupo de los banqueros de las Ramblas . El palacete Abadal fue la residencia del núcleo familiar Abadal-Duran-Parera, salvo en los últimos meses de la guerra civil. Antes de terminar la contienda, el general Franco y su Guardia Mora ocuparon el palacete por un días y dejaron tras de sí desperfectos notables en el mobiliario, según la versión de Jordi Parera. De regreso del breve exilio, los Abadal fueron durante años referente claro de la Barcelona burguesa de entonces.

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