_
_
_
_

Sanidad plantea a las comunidades crear un registro de portadores del virus del sida

La UE debate también si amplía la declaración obligatoria, hoy sólo para enfermos

, La epidemia de sida se mide desde sus inicios en 1980 con el recuento del número de enfermos. Pero sucede que, gracias a las terapias combinadas, muchos portadores del virus permanecen años, incluso toda la vida, sin problemas de salud. ¿Cómo saber entonces su repercusión real para diseñar programas sanitarios? ¿Quiénes se contagian y cómo? Igual que otros países de la UE, el Gobierno español busca respuesta a estas preguntas, y ha planteado a las comunidades autónomas crear un registro de personas seropositivas. Las autonomías iniciaron el debate el pasado abril.

El sida es en España una enfermedad de declaración obligatoria y además nominal. Desde 1981 hay acumulados 48.989 casos de enfermos, casi el 50% de los cuales ha fallecido. Se incluye en esta declaración a toda persona que además de estar infectada con el virus halla desarrollado alguna de las 29 enfermedades -desde tuberculosis a sarcoma- que la Organización Mundial de la Salud clasifica como «caso de sida». Se escapan por tanto todos los portadores del VIH -se calculan unos 120.000- y más ahora que a la mínima bajada de las defensas del organismo estos pueden beneficiarse de terapias que les mantendrán sanos.De aquí surge el argumento en favor de incluir también la infección entre las enfermedades de declaración obligatoria como ya sucede con la tuberculosis o las hepatitis. «No hay que correr. Hay que reflexionar bien y hay que dar tiempo para que esto se haga por consenso en todas las comunidades autónomas», dice el director del Plan Nacional del Sida, Francisco Parras.

En febrero se produjo una reunión de expertos de los países de la UE en París para estudiar cómo mejorar los actuales registros en sida. Algunos de ellos, como Italia o Reino Unido, ya tienen registros de seropositividad, si bien parciales. En los países escandinavos la declaración es obligatoria. Los médicos disponen de 48 horas para comunicar que han diagnosticado un caso de infección.

Discriminación

Europa también viene azuzada por un informe elaborado en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas de EE UU que recomienda identificar los casos de seropositividad con un fin estrictamente epidemiológico. Por ahora, 26 de sus 50 Estados han seguido el consejo.«Cada vez hay mayor distancia entre la infección y la enfermedad», subraya Parras. Pero si las ventajas están claras para casi todos, sus riesgos hacen extremar la cautela. «A nivel epidemiológico puede ser interesante, pero en este momento no hay ningún sistema en este país que nos garantice la confidencialidad», resalta Peio López de Muniain, presidente de la Fundación para el Tratamiento y la información sobre el Sida». López de Muniain, relacionado con el Movimiento de Comités Antisida, recuerda sentencias por discriminaciones de seropositivos en las pólizas de seguros o en el trabajo.

La opinión de Jordi Casabona, director del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre el Sida de Cataluña, es que estos problemas no surgen de los registros oficiales de enfermedad, a pesar de consignar nombres y apellidos. Casabona entiende que esta iniciativa «ha de consensuarse con expertos y organizaciones no gubernamentales», y defiende su utilidad. «En España descienden los nuevos casos de sida (un 6% en 1997). ¿Esto significa que hay menos contagios? ¿Sabemos cómo se están produciendo? Con el registro de enfermedad sólo tenemos una fotografía de cómo se transmitía el virus hace años».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_