Irak advierte de que sus amenazas contra el embargo van en serio

Irak volvió a pedir ayer que acabe el embargo económico que le impuso la ONU a raíz de su invasión de Kuwait (1990) y dijo a sus enemigos que tomen en serio las advertencias sobre el alto precio que pagarán si se mantienen las sanciones. Las autoridades de Bagdad no han especificado en qué consistiría ese «precio», pero la crisis aplazada el pasado febrero podría reavivarse. «El mundo y toda la gente justa que hay en él, si desean que las relaciones entre Irak y el Consejo de Seguridad y la comisión especial (de la ONU) se estabilicen sobre bases de justicia, deberían afrontar de inmediato y con seriedad el problema del embargo», declaró el ministro iraquí de Cultura e Información, Humam Abduljaleq Abdulghafur. «Deberían tomar en serio los comunicados del Consejo de Mando Revolucionario, el liderazgo iraquí (del partido Baaz) y el Gabinete, y nada más», añadió el ministro respecto a la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que hoy debatirá el informe de los inspectores de desarme.

El pasado jueves, el Gobierno iraquí anunció, tras una reunión presidida por Sadam Husein, que los enemigos de Bagdad pagarían caro el mantenimiento de las sanciones. El comunicado hacía referencia al advenimiento de un «nuevo estado de cosas» si la comunidad internacional optaba por seguir en esa dirección. Sin embargo, el secretario estadounidense de Defensa, William Cohen, manifestó ayer que Irak ha incumplido las exigencias de la ONU sobre el desmantelamiento de armas de destrucción masiva, dando a entender que el visto bueno de Washington al levantamiento del embargo está aún lejano.

El sábado, en un mensaje a la tercera conferencia sobre el embargo, reunida en Atenas, el presidente Sadam Husein acusó a Estados Unidos de mentir y buscar excusas «para mantener el embargo». El diario gubernamental Al Yumhuriya, por su parte, aseguraba ese mismo día que Irak está decidido a «romper» el embargo si no obtiene su levantamiento antes de que concluya este año.