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El Supremo de EE UU actúa contra el libro que inspiro un crimen

Al director y productor de cine Oliver Stone no le llegaba ayer la camisa al cuello. El dictamen del martes del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el libro Hit Man abre las puertas a la persecución ante los tribunales de las obras de ficción o no ficción que inspiren asesinatos, según denunciaban los editores de libros y productores de películas. Y Stone, el autor de Asesinos natos, tiene varias demandas pendientes ante los tribunales norteamericanos. La historia deja pálida a la contada por los hermanos Coen en el filme Fargo. Empezó hace cinco años en Silver Spring, un suburbio residencial de Washington, cuando Lawrence Horn decidió deshacerse de su esposa Mildred y su hijo Trevor para apoderarse de una herencia millonaria. En nombre de Trevor, de ocho años de edad, Mildred acababa de ganar un pleito por negligencia al hospital donde su hijo, tetrapléjico, había sido mal atendido. La indemnización había sido cifrada en 1,7 millones de dólares (unos 250 millones de pesetas).

Horn le encargó el trabajo a un delincuente llamado James Perry, quien compró por correo Hit Man, un manual para cometer el asesinato perfecto, de autor anónimo y 130 páginas. Siguió meticulosamente el libro y se cargó a la esposa, el hijo y la enfermera que le cuidaba. Pero el crimen no fue perfecto. La policía descubrió la similitud entre el triple asesinato y el libro, y rastreó la pista de sus compradores. Hom y Perry fueron detenidos, juzgados y condenados: el primero, a cadena perpetua; el sicario, a muerte.

Empezó entonces un nuevo acto. Los familiares de las tres víctimas presentaron una demanda civil contra Paladin, la editorial de Colorado que publicó Hit Man. Tras una larga peripecia legal, el asunto llegó el martes al Tribunal Supremo

Luz verde

El Supremo dio luz verde a la tramitación de la demanda contra el editor. Según su dictamen, éste no puede ampararse en la Primera Enmienda a la Constitución, que garantiza la libertad de expresión e imprenta. Paladin, según el máximo organismo judicial de EE UU, debe afrontar sus presuntas responsabilidades civiles puesto que el libro "promueve el delito de asesinato" y "da instrucciones concretas" para cometerlo. La Asociación de Escritores Policíacos y más de una docena de empresas periodísticas, editoriales y cinematográficas, incluido The Washington Post, se habían personado ante el Supremo para pedirle que no autorizara la tramitación de la demanda contra Hit Man. Perseguir al editor de ese libro, argumentaron, abre las puertas a todo tipo de acciones judiciales contra artículos de periódicos, libros o películas que puedan inspirar a asesinos.

No es un riesgo abstracto. Varias películas de Hollywood, empezando por Asesinos natos, de Oliver Stone, han sido denunciadas ante los tribunales en los últimos años como presuntas responsables civiles de una serie de delitos. El juicio contra Paladin se celebrará el próximo otoño.

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