El primer ministro portugués inicia la transferencia de Macao a China
ENVIADO ESPECIAL, El primer ministro portugués, Antonio Guterres, inició ayer una visita oficial a Macao y China con doble objetivo: preparar la entrega de la colonia lusa a Pekín, prevista para diciembre de 1999, y abrir el mercado chino a los empresarios e inversores de su país. Macao, el primer establecimiento europeo en China (1557), será el último territorio que recobrarán las autoridades de Pekín, tras la reciente devolución de Hong Kong.
Aunque tenga un carácter meramente simbólico, ésta es, la primera visita oficial de un primer ministro de la Unión Europea (UE) al nuevo jefe del Gobierno chino, Zhu Rongji, un conocido tecnócrata considerado ahora como un "reformista moderado". A pesar de_que la transferencia de Macao a Pekín sea una simple anécdota con relación a Hong Kong, las autoridades de esta pequeña península de 450.000 habitantes y poco más de 22 kilómetros cuadrados, están seriamente preocupadas por el control de los casinos de juego, su gran fuente de ingresos al estar prohibidos en Hong Kong. El juego, auténtico milagro económico de este territorio chino bajo administración portuguesa, ha conseguido que el producto interior bruto per capita sea de cerca de 19.000 dólares (casi tres millones de pesetas) frente a los 14.300 de España (más de dos millones).
Sus suculentos beneficios, estimados en más- de 2.000 millones de dólares en el último año, han provocado una sangrienta guerra entre las triadas chinas (sectas secretas mafiosas) que se disputan desde hace meses el futuro control de los nueve casinos abiertos en Macao, la mayoría de ellos las 24 horas del día. Prueba de ello son los recientes asesinatos de uno de los miembros de la Inspección del Juego, de un mando de las fuerzas de seguridad, y del conductor y miembro del grupo, de escolta del jefe de la Policía de Macao, Wong Kamseng, éste último dos días antes del inicio de la visita de Guterres.
Hasta el año 2001, el monopolio de los casinos de juego está en manos del millonario de origen chino y afincado en Hong Kong, Stanley Ho, quien debe entregar a la administración por tuguesa un 30% de sus beneficios totales.
No obstante, el primer ministro luso pretende trasmitir confianza a la población de Macao sobre el futuro de la península, una vez que sea devuelta a las autoridades de Pekín, y pretende asegurar las bases para conservar los derechos de asociación, libertad religiosa y de prensa, así como la futura doble nacionalidad para los cerca de 100.000 ciudadanos de Macao, con pasaporte portugués, extremo este último que no es aceptado por las autoridades de Pekín. Antonio Guterres viaja a Macao y China con una comitiva, compuesta por seis ministros y una delegación de treinta empresarios, con el fin de abrir el mercado chino a las inversiones lusas, hasta ahora prácticamente inexistentes. Además de con Zhu Rongji, el primer ministro luso se entrevistará en Pekín con el jefe del Estado, Jiang Zeming, y con el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Li Peng.
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