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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Carne, cartílagos y odio

"Las mujeres son sólo eso: carne, cartílagos y odio", espeta el atractivo seductor y vengativo Chad (Aaron Eckhart) a su más bien amilanado, aunque ,superior jerárquico, Howard (Matt Malloy). Y lo que comienza siendo casi una broma de estudiantes bordes, la conquista entre los dos de una mujer con alguna anomalía fisica, se convierte en algo más denso, terrible y vejatorio.Nada hay de agradable en este primer y desasosegante filme del autor teatral Neil Labute. Para empezar, no hay posibilidad alguna de identificación con los dos personajes masculinos: uno es un borde y el otro, alguien que se demuestra muy contento de haberse conocido, aunque su trasfondo psicológico sea el de un hombre que duda. Si acaso, la única posibilidad de solidaridad la tenemos con la víctima, una chica hermosa y sorda que será el juguete en manos de ambos.

En compañía de hombres

Dirección y guión: Neil Labute. Fotografía: Tony Hettinger. Música: Ken Willianis y K. Roessingh. Producción: Mark Archer y Stephen Pevner, EE UU, 1997. Intérpretes:Aaron Eckhart, Stacy Edwards, Matt Malloy, Michael Martin. Estreno en Madrid: cine Real Cinema (V. 0.)

Labute juega todo el tiempo a que estemos "con" esos soberanos despiadados, lo que provoca una intranquilidad que, además, dota al filme de un aire de ambigüedad moral sobre el que un final tremendo en su efectividad, sin concesiones y sin falsas puniciones, se encarga de borrar de un plumazo cualquier sombra de duda o de contemporización del creador con sus horrendas criaturas.

Cierto, no es En compañia de hombres una película de factura excesivamente original; no sale jamás de una, por así decirlo, gramática convencional, plano/contraplano, pocos movimientos de cámara, un aire teatral al que unos diálogos omnipresentes no hacen nada por disipar. Pero por encima de sus debilidades, el filme se eleva hasta convertirse, en una acertada pirueta final, no sólo en lo que parece desde el comienzo, la brutal radiografía de la mentalidad de un odioso machista que vive acosado por el ascenso de las mujeres en su universo laboral, sino una brutal mirada sobre la emponzoñada faz del trabajo cotidiano en una gran empresa. Duro, inquietante, coherente, el filme es una segura recomendación para quienes no comulguen con las ruedas de molino de la ideología del mercado.

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